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Este verano está resultando de lo más fructífero para Mabel de Holanda. La viuda del príncipe Friso ve como tanto en lo personal como en lo profesional su vida va sobre ruedas. En las últimas semanas se le acumulan las menciones y los reconocimientos por los proyectos solidarias en las que se ha volcado en los últimos años, eso sin olvidar que en un solo día ganó 40 millones de euros.
Suele llevar una vida discreta a caballo entre Holanda y el Reino Unido, donde se ha convertido en una de las voces más influyentes debido a su lucha contra los matrimonios infantiles. Sin embargo, últimamente no para de acaparar titulares. Esta semana la Princesa recibió un doctorado honoris causa en facultad de derecho de la Glasgow Caledonian University (Escocia). por su aportación al desarrollo de los derechos humanos en todo el mundo y por su implicación con diversas organizaciones sin ánimo de lucro como el Malala Fonds, Crisis Action o la Coalición por el Tribunal Internacional de Justicia. Este reconocimiento le llega dos semanas después de que recogiera en Ámsterdam un premio por su lucha contra el VIH en un acto al que acudió acompañada por su hermana, Nicoline Wisse Smit, y con un vestido decorado con lazos que recordó al vestido con el que se casó con el príncipe Friso en el año 2004.
El otro acontecimiento que ha llevado a Mabel a ocupar titulares este verano es que de un día para otro, la cuñada de Guillermo y Máxima vio incrementada su fortuna en 40 millones de euros. La empresa de tecnología y procesamiento de pagos Adyen, de la que es accionista, entró a cotizar en la Bolsa de Ámsterdam valorada en 7.100 millones de euros en capitalización, de los cuales la princesa posee 150 millones, 40 más que el día anterior. Tras esta noticia Mabel, madre de las princesas Luana y Zaria, anunció durante la conferencia mundial Girls Not Brides en Kuala Lumpur, que destinaría un fondo especial para apoyar las iniciativas locales que quieren poner fin a los matrimonios infantiles.
“Quiero seguir creciendo y vivir la vida”, dijo la Princesa en su última entrevista, concedida al Holland Herald. “Tengo casi 50 años y todavía hay mucho por hacer”, añade Mabel en unas declaraciones en las que explica cómo combina el cuidado de sus hijas, con las que vive en Londres, con sus viajes de trabajo. "Es un desafío, pero muchas madres que trabajan tienen que lidiar con esto: siempre quieres pasar más tiempo con tus hijos, pero también quieres trabajar más horas".
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