A tono con la bandera de Portugal, Máxima de Holanda sacó de su joyero real el espectacular conjunto de esmeraldas compuesto por tiara, collar, broche, pulsera y anillo, que fue regalo de la reina Emma a su hija, la reina Guillermina, en 1899, y que es desmontable, por lo que en ocasiones ha lucido la diadema rematada con perlas o ha modificado el collar añadiendo piedras o quitando el broche. Todo ello con las condecoraciones que la República de Portugal le había otorgado esa misma mañana.