Continúa la visita de Estado del presidente argentino, Mauricio Macri, y su mujer, Juliana Awada, en Holanda. Su agenda oficial finaliza este martes, pero el matrimonio está aprovechando muy bien sus dos días en los Países Bajos, donde están contando con los mejores anfitriones posibles: el rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima, quienes, durante la noche del lunes, ofrecieron una cena de Estado que se celebró en el Palacio Real de Ámsterdam
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El presidente y la primera dama de Argentina acudieron a la cena en la capital holandesa tras cumplir con una intensa agenda que les llevó a visitar la emblemática casa de Ana Frank o un foro económico celebrado en el edificio de la Bolsa de Berlage, además de varias fundaciones deportivas
La reina Máxima lució un vestido rosa pálido encorsetado con escote en forma de corazón, falda con vuelo, cinturón plateado y flores decorativas salpicando todo el diseño. Se trata de la misma creación que ya llevó durante la boda de su hermano Juan Zorreguieta, con Andrea Wolf en Viena, en verano de 2014. Un vestido firmado por le diseñador Jan Taminiau
La soberana optó por un maquillaje sencillo, favorecedor, y recogió su melena, cediendo así el protagonismo a las impresionantes joyas y la tiara que coronaba su peinado
Por su parte, Juliana Awada se decantó por un elegante vestido largo en color gris acero, entallado en la parte superior, con transparencias en escote y mangas y brillantes bordados. Se trata de un diseño de la firma argentina Ménage à Trois, creado especialmente para la ocasión y que, como aseguró la dueña de la marca al diario argentino La Nación, llevaba “encargado desde enero”. “Tardamos aproximadamente tres semanas en terminarlo. Tiene mucho trabajo a mano”, añaden las mismas fuentes
Con los labios pintados en un tono rosa pálido y los ojos maquillados con colores más oscuros, resaltando su mirada, Juliana llevó unos pendientes largos como única joya y, al igual que Máxima, optó por llevar el pelo recogido
Durante su discurso, el rey Guillermo Alejandro se mostró feliz por la "primera visita de Estado de un presidente de Argentina a los Países Bajos", y ensalzó una tierra con la que está "muy familiarizado" -algo normal, teniendo en cuenta las ráices argentinas de la reina Máxima- comentando las cosas que más le gustan de este país: "Me encantan los asados, muchas veces me encontraréis detrás de una parrilla. Me encanta la creatividad de la gente argentina, que ha sido una fuente de fuerza para ellos en momentos de dificultad. Argentina es un país vibrante, apasionado. Y el país que, por supuesto, me dio el más preciado de los regalos: mi esposa, la Reina", añadió
El Rey afirmó que "los Países Bajos deben conocer mejor Argentina y apreciar aún más su cultura". Habló de los encuentros deportivos entre ambas naciones, "excelentes rivales en la arena", así como de los "lazos económicos" y de la cooperación entre Holanda y Argentina
Durante el brindis, Mauricio Macri agradeció las palabras del rey Guillermo Alejandro y quiso señalar la importante presencia de las empresas holandesas en Argentina, que son "centenarias y han sobrevivido a muchísimas tormentas", y que, como agregó, "hoy están con un compromiso indeclinable con el país"
También el presidente Macri destacó la creciente relación entre Argentina y Holanda, pues, en sus palabras, “hay un futuro a compartir” y ambas naciones comparten “valores centrales como el inquebrantable compromiso con la democracia, la defensa de los derechos humanos, la paz y el desarrollo sustentable”
A la cena también acudió la princesa Beatriz de Holanda, madre del rey Guillermo Alejandro