Los estilismos de la reina Máxima de Holanda nunca pasan desapercibidos. Los colores vivos que elige para sus looks, así como los llamativos sombreros y tocados con los que los combina provocan que rara vez no sean uno de los aspectos más comentados de sus actividades oficiales. Por ello, ha encontrado la manera de poder repetir conjuntos sin que se note.
Aunque como el resto reinas y princesas del resto de Europa, no estrena estilismo en cada acto, en el caso de Máxima es más sencillo identificar cuándo repite y cuándo no. Por ello, ha encontrado una manera muy particular de reciclar vestidos de una vez para otra: los transforma.
Máxima de Orange sorprendió durante su visita a la ópera de Sídney, enmarcada en la agenda de la visita de Estado a Australia, con un impresionante vestido largo que combinaba a la perfección tres colores: azul marino, verde hierba y marrón chocolate, fabricado entero en seda natural. No era, aunque pudiera parecerlo, la primera vez que la esposa del rey de Holanda lo lucía en un acto de agenda.
En febrero de 2014, en la fiesta en homenaje a su suegra, la princesa Beatriz, con motivo de sus 33 años al frente de la corona holandesa, la recién proclamada reina de Holanda lució este mismo vestido pero con un aspecto que poco recuerda al actual. Se trataba de un diseño de Edouard Vermeulen, creador de la marca NATAN, perteneciente a la colección otoño invierno 2013-2014 presentada ese año en la semana de la moda de París.
Dos años después, el equipo de estilistas de la reina lo ha rescatado del fondo del armario dándole un aspecto totalmente renovado. Cambiando la zona del pecho del vestido por una de color verde y añadiéndole un fajín de otro color el resultado no recuerda casi en absoluto al original, del que sólo permanece la falda.