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Los reyes Guillermo y Máxima de Holanda, acompañados de sus tres hijas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane, presenciaron este domingo en Río de Janeiro la final de windsurf (clase RS:X) en la que el holandés Dorian van Rijsselberghe logró la medalla de oro, prolongando así el título obtenido en las olimpiadas pasadas de Londres.
La final, muy cómoda para Van Rijsselberghe, de 27 años de edad, fue seguida con gran entusiasmo por los soberanos holandeses y sus hijas desde un barco. Tras alcanzar la meta, el surfista no dudó en desplazarse a la embarcación de los Reyes para celebrar la tan preciada medalla con ellos. La anécdota de la jornada se produjo cuando Van Rijsselberghe, haciendo caso omiso al protocolo, se abrazó efusivamente a la Reina y las Princesas, que respondieron el espontáneo gesto con enormes sonrisas. Más tarde el medallista reconocería ante las cámaras estar muy emocionado con el apoyo de los Reyes.
Los Reyes también estuvieron el sábado pasado en el Estadio Acuático Olímpico, esta vez sin sus hijas, para presenciar la final femenina de los 50 metros libre en la que participaba la holandesa Ranomi Kromowidjojo, campeona en Londres. Desafortunadamente, en esta ocasión la nadadora holandesa solo pudo obtener una sexta plaza, lo que provocó la decepción de los soberanos, que rápidamente se desplazaron a los vestuarios para mostrar todo su apoyo a la deportista.
- Los Reyes de Holanda y sus tres hijas, recibidos por el Papa
El rey Guillermo se encuentra en Río desde el comienzo de los Juegos. Ya en el primer fin de semana se le pudo ver apoyando a los ciclistas holandeses. El Servicio de Información del Estado no ha informado sobre la posible presencia de la Familia Real en otras finales.
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