Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda -acompañados por sus tres hijas- fueron recibidos en la mañana del lunes por el Papa Francisco en el Vaticano en una audiencia privada. Dado el carácter del encuentro no han trascendido los temas que se trataron, pero sí una fotografía en la que se ve que las princesas Amalia, Alexia y Ariane ya son unas señoritas y como tal han cumplido con el protocolo formal del Vaticano.
De color negro, con vestidos sencillos, con medias y zapatos a juego... Las tres Princesas han tomado a su madre como modelo para una cita en la que Máxima ha seguido al pie de la letra la etiqueta del Vaticano. Así ha acudido con un vestido por debajo de la rodilla, con los brazos cubiertos, zapatos planos, poco maquillaje, sin joyas o bisutería llamativa y con la cabeza cubierta por una mantilla, algo que aunque no es obligatorio se aconseja para las audiencias papales. Una imagen muy diferente a la que la siempre colorida y "reina de los complementos" Máxima de Holanda nos tiene acostumbrados.
Las Reinas frente al Papa Francisco
Leonore de Suecia, protagonista en el encuentro con el Papa Francisco
La pequeña Amalia de Luxemburgo, enorme protagonista en la visita de la Familia Ducal al Papa
Este gesto en cierto modo ha llamado la atención, ya que no es habitual ver a los más pequeños de la realeza vistiendo de riguroso negro, una señal de respeto y de que las hijas de los soberanos de los Países Bajos se están haciendo mayores, la Heredera al trono tiene 12 años, mientras que sus hermanas tienen ya 10 y 9 años.
El Servicio de Información del Estado holandés ha calificado la visita como de enteramente privada, por lo que no ha ofrecido información sobre su duración o los temas que se trataron durante la misma. Se trata de la primera ocasión que los Reyes holandeses son recibidos por el Papa siendo soberanos, si bien en 2013, siendo aún Príncipes, ya tuvieron un encuentro privado con él, de origen argentino igual que Máxima.