Las Reinas y las Princesas de Europa de la nueva generación son damas reales de altura. Así, literal. Todas alcanzan el metro setenta y la mayoría de ellas lo supera. Pero ¿quién ocupa el trono más alto? El nombre ya da un pista reveladora:Máxima de Holanda, la más grande, reina también como la soberana de mayor estatura con 178 centímetros.
Charlene de Mónacole pisa los talones con 177, tan sólo un centímetro menos, mientras que Matilde de Bélgica, con sus 175, y la Reina Letizia, con cerca de 170, la siguen a cierta distancia. Y más allá del viejo continente, la marca mínima desciende. Así Rania de Jordania mide 167 centímetros.
La reina Máxima abdicará finalmente y cederá su título de la reina más alta cuando Mette-Marit de Noruega, con sus 182 centímetros, herede la Corona. Ninguna otra Heredera aspira a tal honor. Ni Mary de Dinamarca, ni Victoria de Suecia, que coinciden en altura con 172, ni tampoco la Duquesa de Cambridge, futura Heredera y en su día Reina consorte, que como Matilde de Bélgica mide 175 centímetros.
Las soberanas senior (en la actualidad algunas todavía reinantes y otras ya no) también reinan en las alturas. Margarita de Dinamarca hace gala de la fama nórdica con 182 centímetros, los mismos que la princesa Mette-Marit; Sofía de España hace honor a sus raíces alemanas con sus 176, y Silvia de Suecia comparte estatura con la reina Letizia. Muchas de ellas pueden decir que las nuevas generaciones apuntan alto con hijos altísimos.
Los caballeros suben de hecho varios palmos el máximo de las damas. Así los demás royals tienen que elevar la mirada para abordar los 197 centímetros del rey Felipe. El Duque de Cambridge también destaca por su buena facha con 191 centímetros, así como también -y es que las apariencias a menudo engañan- Alberto de Mónaco que mide 183 centímetros, igual que Guillermo de Holanda; y el apuesto Carlos Felipe de Suecia con 174.
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