Está a punto de hacer las maletas para irse de vacaciones y, como toda mujer coqueta, seguro que quiere presumir de tipo en traje de baño. Ser de la realeza no es un impedimento para cuidarse, de hecho la cantidad de apariciones públicas a las que tiene que enfrentarse una Reina, viajes, inauguraciones y audiencias, hacen que todas las miradas se fijen en ella. Y nunca defrauda.
El estilo de Máxima de Holanda aúna naturalidad y elegancia y, desde hace algunas semanas, se puede ver además que va perdiendo metros de tela. De hecho, ha sido bastante visible cómo ha ido cambiando el aspecto físico de una de las Monarcas más queridas de Europa. La Reina se está poniendo en forma y se nota en su figura, un poco más esbelta cada vez, que ella realza con faldas de tubo y marcando la cintura, con finos cinturones.
En una reciente cena ofrecida al cuerpo diplomático en el Koninklijk Paleis, de Amsterdam, se pudo comprobar además cómo se le ha afinado el rostro. Tal vez lo intenso de su agenda oficial la haya ayudado a perder peso, lo que, combinado con una alimentación sana y ejercicio (practica deportes como el esquí), ha conseguido este resultado. Este mes de junio ha sido bastante ajetreado para la pareja real dado que han hecho visitas a países como Bélgica, Suecia (para asistir a la boda de Carlos Felipe y Sofia), estuvieron en España (en el funeral de Kardam de Bulgaria) y en Estados Unidos.
Madre de tres hijos, la Reina de Holanda disfrutará dentro de algunas semanas de unas vacaciones en familia. Es frecuente que la pareja escoja destinos calurosos como Italia o Andalucía y que aproveche para visitar además a la familia de Máxima en Argentina, su país natal. Este año la encontrarán guapísima, seguro.