Holanda era hoy una fiesta. El rey Guillermo Alejandro de los Países Bajos celebraba su 48º cumpleaños por todo lo alto con el tradicional Día del Rey, que tiene ocasión tres días antes de su segundo aniversario en el trono. El lugar elegido por la Familia Real holandesa para festejar la señalada fecha este año ha sido la ciudad de Dordrecht. En comparación con otros años, la comitiva real que participaba en los actos era más reducida. La princesa Beatriz no ha estado presente; tampoco la princesa Mabel, viuda del príncipe Friso; ni la princesa Margarita y su marido, Pieter van Vollenhoven, ni al final los príncipes Floris y Aimée, debido al fallecimiento del padre de la Princesa, el señor Söhngen.
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Sí han acudido las tres hijas de los reyes Guillermo y Máxima, las princesas Amalia, Alexia y Ariana, que dada su corta de edad no tienen agenda oficial y son siempre una grata sorpresa en este tipo de actos oficiales; también los príncipes Constantino y Laurentien y los cuatro hijos de la princesa Margarita con sus respectivas esposas, estos son, los príncipes Maurits y Marilène, los príncipes Bernardo y Anette y los príncipes Pieter-Christiaan y Anita. Así que, aunque esta vez el séquito era breve, la alfombra roja se ha llenado igualmente de elegancia real.
Empezando por la Reina y siguiendo por todos los demás: la princesa Laurentien apostó por una combinación de prendas de Natan y de Missoni, y la princesa Marilène optó para la ocasión por un vestido y una chaqueta de Ted Baker. Máxima de Holanda, que lucía un vestido rojo fresa de Natan que ya había utilizado en 2014, una capelina de Zara volviendo a demostrar su gusto por la moda española y una pamela de estreno de la sombrerera belga Fabianne Delavigne, que viene a ampliar la enorme colección de sombreros de la Soberana, volvió a reinar hoy como lo hace en las encuestas. No en vano, es el miembro de la Familia Real que mejor resultado ha obtenido en el cuestionario anual que realiza la televisión pública con motivo de la celebración del Día del Rey. Supera con un 7,8 al 7,5 de su marido, el Rey, y de su suegra, la princesa Beatriz, además la mayoría de los holandeses tienen buena opinión de la labor de la reina Máxima en las Naciones Unidas.
Máxima de Holanda es la más (popular, querida, admirada), pero el país entero está muy satisfecho también con la labor de su Rey. Casi un 70 por ciento de la población considera que el Rey cumple con sus funciones de forma óptima, si bien un gran número de encuestados creen que la dotación que el soberano recibe del Estado debería ser menor. En cualquier caso, la confianza en el rey Guillermo Alejandro se mantiene muy alta y estable desde que fuera investido. Una gran mayoría (60 por ciento) de holandeses cree que es positivo que el Rey se dedique desde la Jefatura de Estado a estimular la economía y el comercio del país, si bien a un 44 por ciento le gustaría que dedicara más esfuerzos a la integración de los inmigrantes y a la lucha contra la amenaza terrorista. El apoyo a la monarquía en los Países Bajos se mantiene estable, situándose en estos momentos en un 70 por ciento frente al 68 por ciento del año pasado.
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Por otro lado los holandeses no creen que la princesa Amalia, Heredera al trono, deba presidir ya actividades oficiales. El 70 por ciento de los encuestados piensan que la Princesa de Orange es demasiado joven para tener una agenda oficial. Tampoco creen que la Princesa tenga que tener presencia en redes sociales como Twitter o Facebook, aunque agradecen por supuesto que las hijas de los Reyes aparezcan en el Día el Rey. Ha habido suerte. Las pequeñas Princesas, vestidas con capitas y peinadas con elaborados moños al lado al igual que Máxima de Holanda, han salido hoy de Palacio y han dado muestras de su perfecto conocimiento del ceremonial, de su curiosidad buscando en sus I-Pads todo el contenido virtual relacionado con la jornada de hoy y... de la sonrisa de su madre. Tres mini Máximas.
La jornada festiva ha comenzado con puntualidad a las 11 de la mañana en el histórico muelle de Groothoofd, donde los ríos Antiguo Mosa, Noord y Merwede Inferior confluyen y donde los Orange han sido testigos de un desfile de unas 50 embarcaciones tanto antiguas como modernas. Debido a las bajas temperaturas, tenían a su disposición unas mantas, de color naranja, por supuesto. Acto seguido la Familia Real holandesa ha recorrido los lugares mas típicos de esta ciudad situada en el oeste de Holanda y que cuenta con unos 120.000 habitantes.
El tour por la ciudad comenzó en un barco eléctrico que les ha llevado al centro histórico de la villa, a través del Wolwevershaven y del Nieuwe Haven, donde les han agasajado con actuaciones musicales, platos típicos de la zona o pequeñas representaciones teatrales. Globos naranjas (el color nacional), salvas de aplausos, lluvia de confeti daban una entusiasta bienvenida en cada parada a los Orange y, en especial, a Máxima de Holanda. Parecía que los holandeses sólo tuvieran ojos para la Reina. Aunque el rey Guillermo Alejandro era el protagonista del día, todas la cámaras de los móviles buscaban a la Reina; todas las manos estrechaban con especial cariño las de la Reina; todos los piropos iban dirigidos de primeras a la Reina.
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Tras visitar la Iglesia Vieja, donde escucharon un breve concierto que recordaba al Festival Bach que se celebra cada dos años en Dordrecht, los Orange se trasladaron en autobús eléctrico a la Plaza de Scheffer, donde los pequeños empresarios locales mostrarían a la Familia Real holandesa sus productos. Ha sido el momento, por ejemplo, de la presentación del violín Amalia, un instrumento creado por un luthier local en honor de la Princesa de Orange. Ya a pie, la Familia Real se dirigió al Hof, donde fueron espectadores de una representación de la Primera Reunión de los Estados Libres, acontecida en ese lugar en 1572, y que supuso el primer paso hacia la independencia de los Países Bajos.
La visita, de unas dos horas de duración, terminó en la Plaza de los Estados con una gran fiesta. Los jóvenes de Dordrech han creado un espectáculo en honor de su Rey con las actuaciones del DJ Lucien Foort y del cantautor Nielson. Todos los esfuerzos para un inolvidable día en Dordrecht; para un inolvidable día para más de 100.000 personas que han cumplido su sueño de saludar a la Familia Real de Holanda; para un inolvidable Día del Rey.
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