Un año más, el Día del voluntariado en Holanda nos deja divertidas imágenes de los reyes Guillermo y Máxima. El matrimonio real se puso más a la obra y colaboró para adecentar el centro cultural de la localidad de Tricht. Guillermo y Máxima cambiaron sus galas por un chaleco blanco y el cetro y las coronas por brochas, escaleras y botes de pinturas y se pusieron a pintar las paredes y el suelo de dicho centro. Y todo ello, con una amplia sonrisa en su cara.
Derrochando simpatía y mostrándose tan cercanos como siempre, los reyes demostraron sus dotes como pintores de 'brocha gorda', en la XI edición de la iniciativa Holanda Participa, que tiene como objetivo promover el voluntariado en el país europeo.
Guillermo y Máxima han retomado su agenda en Holanda horas después de finalizar su visita oficial a Dinamarca. Los soberanos holandeses viajaron a Dinamarca en respuesta a la invitación cursada por la reina Margarita de Dinamarca y el príncipe Henrik. El viaje, de dos días de duración, tenía como objeto reforzar las relaciones entre Holanda y Dinamarca, especialmente en el terreno del comercio, la energía eólica y el sector sanitario.
El encuentro más esperado fue, sin duda, el protagonizado por Máxima de Holanda y Mary de Dinamarca. Las damas reales dieron una lección de estilo en el aeropuerto de Copenhague y en el palacio de Christiansborg, donde tuvo lugar una cena de gala. Para la ocasión, Máxima volvió a vestirse como una auténtica reina, luciendo el vestido de su coronación. Mary, por su parte, cautivó con un espectacular vestido blanco con escote barco, cuerpo entallado con fajín beis, manga francesa y falda con volante.