Con las navidades finalizadas y tras la Pascua Militar, la reina Letizia afronta su primer compromiso oficial en solitario del año dando su apoyo y visibilidad a la lucha contra la explotación femenina. Por eso, ha acudido este martes por la mañana a la sede en Madrid de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp) que lucha por construir una sociedad libre de violencia donde las personas recuperen la libertad y la dignidad.
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En este primer acto de su agenda institucional, la Reina ha sorprendido con un abrigo negro largo de grandes volúmenes y unas llamativas bailarinas acharoladas atadas al tobillo. Debajo, unos pantalones también negros tipo culotte y una chaqueta de tweed en tonos rojos con toque solidario pues ha sido confeccionada por las mujeres de esta asociación. No es la primera vez que la Reina luce prendas elaboradas por mujeres víctimas de la trata. El año pasado, lució un vestido que 12 supervivientes hicieron y que diseñó el modista Ulises Mérida.
A su llegada, la esperaban las responsables de la entidad a las que ha saludado con gran cariño y una gran sonrisa. Después se ha quitado el abrigo y ha entrado en las dependencias de Apramp. De esta manera, doña Letizia vuelve a mostrar su apoyo a las mujeres que peor lo están pasando y a involucrarse con el feminismo, una de las causas en las que está muy volcada. En la sede de la entidad ha podido conocer los retos para estos doce meses que quedan por delante.
Antes de abandonar la asociación y tras mantener una reunión con sus responsables y charlar con las usuarias del taller de costura, doña Letizia ha observado con detenimiento uno de los conjuntos del escaparate compuesto por pantalón negro, chaqueta roja y sombrero en color claro.
Desde hace casi cuatro décadas, Apramp defiende y promueve los derechos de las personas que sufren explotación sexual y trata para que recuperen la libertad, la dignidad y la autonomía necesaria para emprender una vida fuera del control y abuso de sus explotadores.
La asociación tiene programas que se dirigen a la detección e identificación proactiva de víctimas de trata y explotación sexual, su protección y atención inmediata en el ámbito social, jurídico, sanitario, psicológico, formativo y laboral. Apoyan y acompañan la toma de decisiones de las afectadas.