El Congreso de los Diputados se engalanaba hace exactamente ocho años para acoger por primera vez en 39 años la proclamación del nuevo monarca. Don Felipe y doña Letizia hicieron el recorrido desde el Palacio Real en un Rolls Royce Phantom IV descapotable, escoltado por una sección de caballería de la Guardia Civil. Era la primera imagen de un día lleno de momentos solemnes, entre los que también se colaron emociones, gestos espontáneos y, por supuesto, la inocencia de la princesa Leonor y la infanta Sofía
A punto de proclamarse de rey de España, don Delipe saludaba de pie sobre el Rolls Royce con su uniforme de capitán general de los Ejércitos. No faltó majestuosidad en la ceremonia de coronación que, fue al mismo tiempo, austera
En España la crisis económica daba aún coletazos y ninguna institución del Estado salió indemne del estado de ánimo colectivo. Don Felipe prometió en el discurso de su proclamación "una monarquía renovada para un tiempo nuevo"
Asistieron a la jura del cargo 325 diputados y 259 senadores, el presidente del Gobierno y los presidentes del Congreso, del Senado, del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo, además de todos los presidentes autonómicos, incluidos el catalán y el vasco. Se ausentaron, por discrepacias, 25 diputados y 7 senadores.
La consigna para las hijas de los nuevos Reyes estaba muy clara: portarse bien. Leonor y Sofia, que tenían 8 y 7 años, demostraron que sabían ser unas auténticas princesas y las miradas de orgullo de Don Felipe y doña Letizia lo dicen todo. Las dos hermanas lucían el mismo vestido en diferente color, un diseño brocado de seda natural, con manga francesa, un lazo lateral en la cintura y falda de vuelo, confeccionado a medida por las modistas asturianas Nieves García Torres y Teresa Fernández Castro
Uno de las anécdotas de la jornada la protagonizó la princesa Leonor cuando visualizó en las tribunas del Congreso a sus dos abuelas, la reina Sofía y Paloma Rocasolano, a las que saludó con un rápido movimiento de mano
Era un día crucial para don Felipe que cogía el testigo de su padre tras casi cuatro décadas de reinado. A su lado, doña Letizia, que no fueron pocas las veces que huyó del protocolo y rompió la solemnidad del momento para dedicar un gesto de cariño a su marido
En su discurso, Felipe VI tuvo unas palabras de reconocimiento no solo a su padre, el rey Juan Carlos, sino a la contribución de su madre, doña Sofía que agradecía el gesto desde la tribuna ante una emocionada infanta Elena que no podía contener las lágrimas
Ligado a la coronación de su padre, iba el título de princesa de Asturias que estrenaba una Leonor de tan solo ocho años. Como Heredera de la Corona, además recibía los títulos de Princesa de Girona y Princesa de Viana, así como el de duquesa de Montblanc, condesa de Cervera y señora de Balaguer.
Los nuevos Reyes posan con sus hijas tras la ceremonia solemne. Es una de las primeras fotos de la nueva Familia Real, en la que tan solo faltaban don Juan Carlos y doña Sofía.
Después del acto de proclamación la nueva Familia Real se dirigió al Palacio Real para saludar desde allí a una multitud que se congregó en la plaza de Oriente de Madrid. Primero, salió el Rey, después la Reina, tras ellos sus hijas, y finalmente los reyes Juan Carlos y Sofía. Todos ellos dejaron escenas memorables de besos, gestos de cariño, también emoción ante el cambio que se acababa de sellar y muchas carantoñas para unas niñas que ya acusaban el cansancio
Es una las imágenes más icónicas que nos dejó el día de la proclamación de Felipe VI. Ellos, los Reyes y sus hijas en primer plano. Ilusionados, felices y muy unidos ante lo que está por empezar: el reinado. En un segundo plano, don Juan Carlos y doña Sofía, que aguardan su momento para unirse a la familia en el balcón