Primero se han cogido de la mano y, seguidamente, no ha podido evitar darle, de forma efusiva, un largo y afectuoso abrazo que parecía interminable y que ha emocionado sobremanera al galardonado. Un encuentro de lo más emotivo que, a buen seguro, ha supuesto para la reina Letizia el mejor de los abrazos