Tal y como hizo el pasado 16 de mayo, el padre del rey Felipe acudió a la plaza madrileña y lo hizo, también esta vez, junto a su hija mayor, la infanta Elena, aunque en esta ocasión la gran ausente fue su nieta Victoria Federica de Marichalar. Pero lo que más llamó la atención de su asistencia a la corrida protagonizada por Roca Rey, El Cid y López Simón no fueron las faenas de estos tres toreros, sino los dos apósitos que mostró el rey Juan Carlos en su rostro