Tras los saludos, los anfitriones y sus invitados se han trasladado al comedor de gala, un salón de 400 metros cuadrados inaugurado por los reyes Alfonso XII y María Cristina de Habsburgo-Lorena el 29 de noviembre de 1879 y decorado con tapices de Bruselas portátiles, piezas de Sèvres y arañas de cristal, que con frecuencia se menciona entre los más bonitos de Europa, para iniciar una velada histórica