A primera hora de la mañana, las niñas han llegado en un coche conducido por don Felipe y con doña Letizia en el asiento del copiloto. Sentadas en la parte trasera del vehículo, apenas se han dejado ver a su entrada en el colegio, al que han asistido vistiendo el uniforme de los Rosales (falda gris, jersey azul y zapatos oscuros). De nuevo ha imperado la decisión de no posar a las puertas del edificio, un cambio que llegó hace años y que va camino de convertirse en tradición