“Juro por Dios y sobre los Santos Evangelios cumplir y hacer cumplir las leyes fundamentales del Reino y guardar lealtad a los principios que informan el movimiento nacional”, pronunció don Juan Carlos con la mano derecha extendida sobre los Evangelios, en presencia de su familia y de las Cortes, el Gobierno, el Consejo del Reino y el Consejo de Regencia.