
A punto de comenzar sus vacaciones, don Felipe y doña Letizia han hecho una “escapada oficial” al Monasterio de Santo Toribio de Liébana con motivo del Año Santo Jubilar Lebaniego, una tradición que se remonta a 1512 y que se celebra el año en el que el 16 de abril, festividad de Santo Toribio, cae en domingo. Los Reyes llegaron al templo -localizado en el municipio de Camaleño, próximo a Potes, en la comarca de la Liébana- en torno a las once de la mañana y cientos de personas se encargaron de brindarles una cálida bienvenida.

Doña Letizia ha prestado especial a los pequeños y ha estado muy cariñosa con los bebés y las madres, muchos de ellos vestidos con el traje regional

Entre vecinos, turistas y peregrinos, ya que el Camino Lebaniego se lleva haciendo desde hace 500 años, unas trescientas personas esperaban desde primera hora del miércoles la llegada de don Felipe y doña Letizia. Los gritos de "Viva el Rey" han dado paso a un sinfín de saludos y gestos de cariño hacía los Reyes que han estado saludando y haciéndose fotos con los congregados.

La reina Letizia ha cogido en brazos a un bebé vestido con traje regional para que su madre pudiera hacerles una foto.

Entre otras autoridades, los Reyes fueron recibidos en Camaleño por el presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que ha aprovechado para invitar a don Felipe y a doña Letizia a Cosgaya para ver los cimientos de la casa en la que nació el Rey Pelayo.

Los Reyes acompañados por las autoridades y miembros de la Cofradía de la Santa Cruz han entrado al Monasterio por la Puerta del Perdón y allí han podido descubrir su origen y la colección artística que guardan sus muros

Don Felipe y doña Letizia se dirigieron a la capilla del Lignum Crucis, que es el fragmento más grande de la Santa Cruz que se conserva y que fue llevado a Liébana en el siglo VIII por Santo Toribio, cuya reliquia besaron.