El Rey terminó su discurso haciendo una referencia personal: "Permítanme que concluya esta intervención con una referencia personal. El 15 de Junio de 1977 yo tenía solo nueve años. Como muchos otros niños y jóvenes de nuestro país, como muchas de sus señorías también, no teníamos conciencia plena y cabal de lo que sucedía en España. A pesar de nuestra edad, también percibimos la intensidad del momento e intuíamos sentimientos diferentes, a veces encontrados: por una parte, inquietud, preocupación por el futuro, miedo al fracaso; por otra, coraje y valentía; y por encima de todo, mucha ilusión, una gran emoción y muchísima esperanza. Nueve años más tarde, alcanzada la mayoría de edad, y tras jurar la Constitución ante esta Cámara, pude compartir con mi generación cómo el coraje y la valentía prevalecieron entonces sobre el inmovilismo y el conformismo; cómo esa preocupación por el futuro y ese miedo al fracaso fueron vencidos por la ilusión, la determinación y la esperanza del pueblo español".