Vestidos de riguroso luto, los soberanos llegaron momentos antes de que comenzase la misa funeral y fueron recibidos por Inés y Teresa de Borbón-Dos Sicilias, hijas de la fallecida, con las que, tal y como reflejan las imágenes, don Felipe se mostró de lo más afectuoso, demostrando la buena relación que les une.