Así conocimos al abuelo de la Reina

En la cena que se ofreció el día anterior a la boda de don Felipe y doña Letizia, Francisco y Enriqueta felicitaron a su nieta y al que se convertía ya en uno más de la familia, títulos aparte. Ella estaba muy unida a los suyos e hizo partícipe a don Felipe de este núcleo que formaban los Ortiz-Rocasolano, que siempre que podían se reunían en celebraciones de cumpleaños (Francisco los celebraba en la Zarzuela) o meriendas de Reyes

La vida de su nieta estaba a punto de cambiar radicalmente, comenzaba una nueva etapa. Y él estuvo junto a ella. Francisco Rocasolano y Enriqueta Rodríguez entraban cogidos del brazo en la catedral de la Almudena un 22 de mayo de 2004, una fecha que quedaría en su memoria como el día en que su nieta, una 'chica muy normal' como él decía, se convertía en Princesa

En octubre de 2005 una feliz noticia hizo que el abuelo de doña Letizia saliera de su casa en Alicante y se encontrara con una nube de micrófonos. Jovial, cercano y simpático, el abuelo de la Reina siempre tenía una palabra amable y no dudó en comentar lo feliz que les hizo el nacimiento de su bisnieta Leonor

En el año 2006, se unió al resto de la familia en el bautizo de la entonces infanta Leonor, primogénita de su nieta Letizia. Estaba muy unido a los suyos y viajaba cada vez que tenía ocasión a Madrid donde se unía a su hija y nietas y disfrutaba de ellas

El bautizo de la infanta Sofía, en 2007, nos volvió a dejar esta foto de familia en la que, por supuesto, no faltaron Enriqueta y Francisco, ya instalados en Madrid junto a su hija Paloma, que siempre estuvo muy pendiente de ellos dada su avanzada edad

Ejercer de bisabuelo era una de sus pasiones. Las niñas le devolvieron la sonrisa tras la pérdida de su esposa en el año 2008. Esta imagen corresponde de hecho a ese mismo año, a una tarde en alguno de los espectáculos a los que llevaron a las hijas de doña Letizia junto a Paloma Rocasolano

La Reina ha estado siempre muy unida a su familia, aprovechando todo el tiempo libre que tiene para disfrutar de ellos. A pesar de sus compromisos, celebraba las ocasiones especiales junto a ellos, de hecho cada año organizaba una merienda por el cumpleaños de su abuelo Francisco en Zarzuela. La última fue el año pasado, era la primera vez que soplaba junto a él las velas ya como Reina, aunque para él seguramente seguiría siendo su nieta del alma

En 2012, Felipe y Letizia disfrutaron de unos días de vacaciones en Ladispoli, en Italia, a los que se unieron Telma Ortiz y su marido Jaime del Burgo (se habían casado en mayo), los padres de doña Letizia Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz y el abuelo materno de Letizia. Celebraron entonces el reciente matrimonio de Telma, una familia unida de nuevo por una ocasión especial

La última ocasión en la que vimos a Francisco Rocasolano en una ocasión pública fue en junio de 2014, en la proclamación de don Felipe como Rey. Su nieta se convertía así en Reina de España, ¡quién se lo iba a decir! En la imagen, se le ve junto a su hija Paloma Rocasolano y la abuela paterna de doña Letizia, Menchu del Valle

Pasear por el barrio de Vicálvaro en el que vivía con su hija Paloma y hacer los recados del día a día formaban parte de su rutina diaria. Francisco Rocasolano se trasladó a Madrid en el año 2007 con su mujer para vivir con su hija Paloma, dejando así Alicante, ciudad en la que habían vivido tras la jubilación de este. En la capital estaban más cerca de los suyos y disfrutaban de un tranquilo día a día