El mundo entero llora la muerte del papa Francisco, quien ha fallecido este lunes, 21 de abril, a los 88 años, tan solo un día después de impartir la bendición Urbi et Orbi, que ha sido su último acto público. A lo largo de sus 12 años de pontificado, el santo padre recibió a multitud de personalidades de todo el mundo y tuvo audiencias con Reyes, príncipes y jefes de Estado, entre ellos, don Felipe y doña Letizia, que mantuvieron una reunión en el Vaticano solo unos días después de su proclamación como Reyes.
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Aunque España fue uno de los países que quedó pendiente en su agenda internacional, sí hubo oportunidad para el reencuentro. Los reyes Felipe y Letizia lo conocieron en la misa de inicio de Pontificado el 19 de marzo de 2013 cuando aún eran príncipes de Asturias. Unos días después de que el Rey fuera proclamado, realizaron su primer viaje oficial al extranjero ya como Reyes al Vaticano, que se produjo el 30 de junio de 2014. Doña Letizia vistió de blanco, un color que solo pueden llevar las reinas católicas que se reúnen con el papa y que se conoce como el Privilége du blanc.
La bienvenida fue de lo más cordial y no faltaron las bromas. Las crónicas de la época detallan que el monarca explicó al sucesor de Pedro que el relevo en la Corona había sido “muy intenso”, pero que lo vivió de una manera tranquila. La biblioteca privada del papa fue el lugar para esta audiencia, que duró 40 minutos, que transcurrió de manera muy cordial y donde las bromas fueron la nota predominante.
La entrega de regalos
En el habitual intercambio de regalos, los Reyes entregaron a Jorge Mario Bergoglio un facsímil del Oráculo manual y arte de prudencia del jesuita Baltasar Gracián, que reproduce el original adquirido por un ilustre gracianista argentino, Jorge Furt, un pequeño volumen que don Felipe ojeó ante el pontífice, mientras le explicaba que el original se encuentra en la Pampa argentina.
Por su parte, el papa obsequió a los Reyes con un medallón de bronce que reproduce el diseño inicial de la basílica de San Pedro, que, a diferencia del definitivo, contaba con una columnata cerrada en torno a la plaza, así como un ejemplar de su exhortación apostólica Evangelis Gaudium. Don Felipe y doña Letizia también tuvieron un encuentro con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, en el que se trataron temas como el desempleo y la situación de los jóvenes en España.
Esta visita cumplió la tradición de los reyes españoles de acudir a la Santa Sede al inicio de sus reinados para ser recibidos por el jefe de Estado del Vaticano. “Con la esperanza de verlo en España”, se despidió Felipe VI, un viaje que finalmente nunca pudo llevarse a cabo.