El 2025 es un año crucial para la infanta Sofía. El 29 de abril, cumple 18 años, y el 24 de mayo celebrará su graduación en el UWC Atlantic College, centro en el que la princesa Leonor también estudió Bachillerato Internacional. Ya no queda nada para que finalice su etapa en Gales. La hija pequeña de los Reyes pasará en Madrid las vacaciones de Semana Santa (spring break), del 11 al 21 de abril, y será un visto y no visto, porque está en la recta final y con exámenes. Ocho días después, celebrará su mayoría de edad. Y, salvo sorpresas, será un aniversario más. Los 18 años de la princesa Leonor se enmarcaron para la Historia, por su condición de futura Reina de España, pero en el caso de la infanta, no habrá celebraciones ni posados que señalen la fecha de manera especial. No es nada nuevo. Sus cumpleaños siempre han sido privados. Y este, además, cae en martes, hay clases y lo celebrará —difícilmente trascenderá si acompañada por alguien de su familia— con sus compañeros, en Gales. Coincide así, aunque todo apunta a que más adelante, cuando vuelvan a estar todos juntos, hagan algo más especial, incluyendo también a sus amigos.
El futuro
En el corazón de los Reyes, no hay diferencias, y ambas lo saben. Tienen pasión por las dos y han repartido amor y cuidados a partes iguales. Pero para la Institución, la distinción es necesaria y ha llegado el momento de subrayarla. La educación que ha tenido la infanta ha sido un calco de la que ha recibido la princesa de Asturias, pero ahora tiene que hacer su propio camino. La formación de la heredera al trono no puede ser un bis de la de su hermana.
La princesa Leonor, que será un día mando supremo de las Fuerzas Armadas, ha pasado por el Ejército de Tierra; está haciendo ahora el crucero de instrucción en Elcano; el curso que viene ingresará a la Academia General del Aire y del Espacio de San Javier —poder pilotar un caza o un helicóptero le hace muchísima ilusión— y no accederá a la universidad hasta finales de 2026. Pero para Sofía será diferente, aunque la seguridad con la que se predijo el futuro inmediato de la heredera no existe ahora con la infanta, que no tiene la obligación de pasar por las Fuerzas Armadas. Falta la confirmación oficial, pero según nuestras informaciones, la hija pequeña de los Reyes no recibirá formación militar. Es su decisión. Sopesó ingresar en el Ejército de Tierra y recibir un curso de piloto de helicópteros (Academia de Aviación del ET), pero finalmente habría optado por empezar una carrera universitaria.
Si se decide por una universidad española, no tendrá que hacer las pruebas de acceso (PAU), a menos que necesite subir nota —solo la parte específica, no la obligatoria— y empezará las clases en septiembre. Y si decide ir a una extranjera —ha aplicado en varias y se cree que, entre ellas, en una universidad de Washington—, tendrá que incorporarse antes. Se espera que la Casa del Rey informe de ello cuando finalice su curso en Gales, pero fuentes cercanas a la familia nos avanzan que la idea es que se vaya al extranjero, probablemente a EE. UU. Es la única manera de que pueda disfrutar de una seguridad y de una privacidad que no podría tener en España.
La idea general siempre ha sido que podría decidir qué quiere estudiar, y no hay duda de que habrá tenido más libertad en su elección, pero hay que remarcar que, aunque su formación académica sea un reflejo de sus propios intereses y talento, también estará alineada con poder servir a la Institución. De momento, nuestras informaciones apuntan a que le gustan las Relaciones Internacionales y las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), pero nada ha sido confirmado oficialmente por la Casa del Rey.