La visita por sorpresa del rey Felipe de este miércoles a Torrent, uno de los municipios afectados por la DANA, se vivió como una fiesta y con gran alegría en el día más importante de Las Fallas con la celebración de la cremá. El monarca visitó los monumentos falleros y recorrió la localidad mientras se hacía fotos con las familias que se lo pedían. Ya por la tarde acudió a la plaza de todos de Valencia, donde el torero Borja Jiménez protagonizó un sobrecogedor momento al sufrir una aparatosa cogida. Entre medias, el Rey y su equipo estuvieron comiendo en un restaurante de Aldaia, otra de las localidades que también fue testigo de la dureza de la gota fría del pasado 29 de octubre.
Acompañado de sus equipos de seguridad y protocolo, don Felipe degustó dos arroces en el local de Andrés José Jiménez Núñez, tal y como ha publicado el diario Las Provincias. El Rey se interesó por la situación del propietario y de su negocio, que estuvo un mes y medio cerrado por los daños de las fuertes inundaciones. “Más cordial y cercano no ha podido ser. Quería comer como un cliente más al lado de los demás comensales, sin ningún trato especial, y eso es lo que ha hecho”, afirmó el dueño al periódico valenciano. “Me ha sorprendido por su sencillez, y lo primero que ha hecho es interesarse por mi situación personal como damnificado de la DANA”, añadió.
El propietario también ha contado que se siente muy orgulloso y encantado de que el Rey haya comido en su restaurante y puntualizó que cuando se hizo la reserva, hace una semana. Le pidieron discreción, de hecho, el alcalde de la localidad no sabía de esta comida. Tampoco querían ningún trato especial, más bien todo lo contrario. En total comieron once personas, como si fueran unos clientes más y durante una hora y media. “No pusieron ninguna pega”, cuenta.
Durante el tiempo que estuvo en el local, don Felipe se fotografió con todas las personas que se le acercaron, aunque no quisieron molestarlo mientras comía. De hecho, el Rey se fotografió a la salida del local con todo el staff.