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“He visto vidas muy complicadas y de sufrimiento". Estas palabras pronunciadas en su día por doña Letizia resumen a la perfección lo que suponen este tipo de viajes y experiencias, que en su caso va mucho más allá del papel que tiene como representante de la Corona por cómo se implica al máximo. Son situaciones durísimas de gente vulnerable en los países del llamado tercer mundo, las que la Reina ha podido comprobar sobre el terreno y le conmovieron al máximo cada vez que visitó estos lugares. Bajo esta premisa, como parte de su línea de trabajo dentro de la cooperación internacional que mantiene España con algunas de las naciones más pobres del planeta, la mujer de Felipe VI pondrá rumbo en breve al continente africano.
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Cabo Verde será el destino al que volará en un par de semanas doña Letizia en solitario a finales de este mes de marzo, un trayecto en avión de más de 3.200 kilómetros desde Madrid y cuya duración es de casi cuatro horas. La madre de la princesa Leonor y la infanta Sofía, como ha hecho siempre en estos desplazamientos lejos de nuestro territorio, conocerá 'in situ' la destacada labor y los proyectos que allí se realizan para ayudar a la población con menos recursos. Volcada en la causa, la Reina no perderá detalle de los diferentes programas que están en marcha y que son básicos para el avance social de este archipiélago de nueve islas y antigua colonia Portuguesa.
"El hecho de que sea su majestad la Reina quien vaya para allá es una muestra de la apuesta por el desarrollo que hace España a través de su política exterior, y del alto nivel que se le quiere dar", ha dicho al respeto María Santillán O'Shea, investigadora del Real Instituto Elcano. Unas declaraciones que hacía para el programa Audiencia Abierta (TVE), donde este sábado se confirmaba el nuevo viaje de doña Letizia tras la noticia avanzada hace unas semanas por el espacio Cámara Real (Telemadrid). Sobre Cabo Verde, se recuerda a su vez que es un gran aliado de España en distintos ámbitos, como el de las energías renovables, pero también en otros. "Es un socio importante en seguridad marítima y también en cuanto al control de los flujos migratorios", añadía la citada experta.
Esta nación soberana, situada en el océano Atlántico frente a la costa noroeste de África, es uno de los países más pequeños y menos poblados del mundo (con unos 522.000 habitantes, según su último censo). Depende económicamente en buena medida de la inversión extranjera, de las remesas que les llegan de los caboverdianos que han emigrado y del turismo (es un auténtico paraíso para los amantes de la playa). En 2007, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AEICD) -dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores- abría una oficina en Praia, la capital, muy enfocada en garantizar la igualdad de las mujeres, su inserción laboral y la lucha contra la violencia de género. AECID también vela en este enclave del mapa por una agricultura más sostenible, fortaleciendo el emprendimiento y en generar empleo potenciando los recursos marinos.
Cuarto viaje de la Reina al continente africano
Desde que se convirtió en Reina en 2015 tras el ascenso al trono de su marido, el rey Felipe VI, doña Letizia ha realizado un total de diez viajes oficiales a nueve destinos diferentes por todo el globo relativos a su función de dar visibilidad -como ella misma contó- a este área de la administración central tan necesaria. Se trata además de la cuarta visita que hace al continente africano, tras las que hizo a Senegal (2017), Mozambique (2019) y Mauritania (2022). Los demás desplazamientos han sido a Latinoamérica, volando a Honduras hasta en dos ocasiones y el último cuando fue a Guatemala en junio del año pasado.
Hace una década, cuando iba a emprender su primer trayecto de largo recorrido, la Reina confesaba entonces lo motivada que sentía por esta nueva misión: "Me hace mucha ilusión empezar esta etapa en los viajes de cooperación... y quiero irme ya a Comayagua", decía ante la prensa antes de partir hacia la capital hondureña. Desde 2015 hasta ahora, no cabe duda que doña Letizia ha sabido dotar estos viajes con su sello personal. Para empezar, por lo atenta, cercana y cariñosa que se muestra siempre con la gente -adultos y menores- que va conociendo en estos sitios, interesándose por sus problemas del día a día. A su vez, hemos visto cómo se empapa también de la cultura y las tradiciones de los lugares por donde pasa, y todo ello creando incluso su propio uniforme de trabajo con ese inconfundible atuendo de camisa blanca, chaleco rojo con bolsillos, pantalón y botas o zapatillas.