El paso de la princesa Leonor por Montevideo ha durado solo cuatro días, pero ha dejado experiencias y momentos que quedarán para siempre en el recuerdo de la hija mayor de los Reyes y del resto de guardiamarinas que la acompañan en esta travesía que se extiende durante seis meses y que está siendo un gran aprendizaje para todos. En esta segunda escala internacional, los que forman parte del XCVII crucero de instrucción del Juan Sebastián de Elcano han tenido tiempo de participar en diferentes actividades culturales, sociales y militares de las que ahora hemos visto las imágenes por primera vez.
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La Armada, que fue creada a finales del siglo XV, ha resumido esta segunda escala internacional con imágenes inéditas de su paso por la capital de Uruguay, y una de estas instantáneas nos permite ver a la heredera al trono en una actitud distendida y relajada con sus compañeros. Los guardiamarinas, todos con su uniforme color blanco, posan junto a un grupo de quince chicas, todas con vestidos y prendas veraniegas, y es que en Montevideo en este año hay temperaturas muy agradables que varían entre los 20 y los 25 grados. La foto está tomada en un jardín con palmeras adornadas con guirnaldas de luces.
También hemos visto que los guardiamarinas pudieron recorrer algunos de los principales puntos turísticos de la ciudad, como es la Puerta de la Ciudadela, situada en uno de los laterales de la Plaza Independencia y creada a finales del siglo XV. Fue inaugurada en 1786 por los españoles para proteger los territorios conquistados hasta ese momento, una especie de fuerte que tardó cuatro décadas en levantarse y cuyas obras corrieron a cargo del ingeniero Diego Cardoso. En este centro neurálgico de Montevideo también pudieron conocer más sobre la cultura del país gracias a su folclore gracias a un conjunto y una exhibición de tango.
Además del recorrido por el caso histórico de Montevideo, se hizo una recepción para los guardiamarinas y dotación por parte de la Embajada de España, a una ofrenda floral en el monumento al prócer de la independencia uruguaya, José Gervasio Artigas, y una visita por el centro cultural de España en la ciudad. La princesa Leonor y sus compañeros también ejercieron de anfitriones. Durante su estancia en las costas uruguayas, abrieron al público las puertas de su hogar, el bergantín-goleta en el que viajan. De esta forma pudieron enseñar cómo es su día a día dentro, donde están los camarotes y una especie de salón en el que desayunan, comen, cena, dan clase y disfrutan del ocio.
Horas antes de poner rumbo a un nuevo puerto, en la cubierta principal del Juan Sebastián de Elcano se celebró una jura de bandera en la que participaron medio centenar de ciudadanos españoles residentes en Uruguay. En esta solemne ceremonia, la princesa de Asturias fue la encargada de portar la enseña nacional, igual que hizo su padre en 1987. Tras el acto, al que acudieron numerosas autoridades, la heredera al trono se reunió en el interior del buque escuela con la ministra de Defensa, Margarita Robles.