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El reciente retrato oficial de los Reyes de España, realizado por la icónica fotógrafa Annie Leibovitz (75 años), ha captado la atención de todos, tanto por su impecable ejecución como por la intrahistoria que hay detrás de su realización. Encargado por el Banco de España, este proyecto no solo buscaba inmortalizar a los monarcas en un momento clave de su reinado, sino también reflejar la esencia de la tradición y la modernidad que representan Felipe VI (57 años) y Letizia (52). Son dos fotografías de gran formato de las que Annie Leibovitz, su autora, ha hablado por primera vez, revelando algunos detalles del making of de la sesión, realizada el pasado año
© Getty ImagesEl encargo surgió como parte de una iniciativa del Banco de España para renovar su galería de retratos oficiales, una tradición que se remonta al siglo XVIII. La elección de la fotógrafa estadounidense no fue casual: su capacidad para capturar la humanidad y el simbolismo en sus retratos la convirtió en la candidata ideal para este desafío. Leibovitz, conocida por inmortalizar a figuras como John Lennon, Barack Obama y la Reina Isabel II, aceptó el reto con entusiasmo, viendo en los Reyes una oportunidad única para explorar la conexión entre la historia y el presente.
© Casa de S. M. el ReyLa sesión de fotos tuvo lugar el pasado 7 de febrero de 2024, en el Salón Gasparini, del Palacio Real, un espacio cargado de historia y decorado por Mattia Gasparini para el rey Carlos III. Según la artista, inicialmente dudó sobre el lugar debido a su complejidad visual, pero finalmente decidió que era el escenario perfecto para representar la riqueza cultural de España. "Opté por el Palacio Real porque me encanta la historia" explica en una entrevista a Vanity Fair, en la que aclara: "Pensé que representaba muy bien a España y su forma de vida, por su exuberancia, y me pareció fascinante". Era la primera vez que trabaja en un formato tan grande, de más de dos metros, y eso también resultó un auténtico reto tanto para Annie como para su equipo de trabajo.
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© GTRESEl vestuario también jugó un papel crucial en la narrativa del retrato. Felipe VI lució el uniforme de gran etiqueta de Capitán General del Ejército de Tierra, una vestimenta con la que aparece en otros muchos retratos oficiales. Además, de diversas condecoraciones, como el Toisón de Oro. En el caso del Rey, quería respetar “una tradición” y por eso “quise mostrarlo con uniforme, por el peso de la historia”. Por su parte, Letizia optó por un vestido vintage de Balenciaga. Se trata de una pieza de los años 40, cedida por la Fundación Antoni de Montpalau. Sobre sus tonificados brazos caía una espectacular capa fucsia que se vio en una exposición sobre el maestro de Getaria en el Museo Thyssen y que data de los años 60. La elección de la Reina le pareció perfecta porque, según Annie, “es una mujer moderna” y con el vestuario que escogió “contribuyó a la atemporalidad del retrato”.
Así que consiguió su objetivo: unir tradición y atemporalidad en dos retratos que permanecerán expuestos, primero, en la exposición La tiranía de Cronos, en el Banco de España (hasta el 31 de mayo de 2025), para luego pasar a su destino final: el Salón del Consejo de Gobierno del Banco de España.
© Casa de S. M. el ReyDurante la sesión, Leibovitz tuvo la oportunidad de conocer más de cerca a los Reyes, aunque no era la primera vez que estaba con ellos. Cuando les conoció, todavía eran príncipes. Fue en octubre de 2013, durante la ceremonia de los Premios Príncipe de Asturias, que la americana recibió en la categoría de Comunicación y Humanidades. En aquel momento, don Felipe la describió como una fotógrafa “universal” y una de las personas “que con más intensidad y con más sentido estético ha desarrollado su obra”. Por ello, los monarcas no dudaron en su elección a la hora de inmortalizarlos.
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© GTRESDurante la sesión, que duró más de seis horas y en la que disparó cientos de fotografías, Leibovitz describió a los reyes como "cálidos y encantadores". “La Reina llegó un poco antes que el Rey y el ambiente fue distendido, ya que se conocía y, aunque la sesión fue intensa, también fue tranquila”, recuerda Yolanda Romero, historiadora del arte y conservadora del Banco de España.
La fotógrafa de Connecticut destacó la naturalidad con la que ambos se desenvolvieron frente a la cámara, lo que facilitó la creación de imágenes que transmiten tanto solemnidad como cercanía. Y define a Letizia como “una mujer muy fresca y moderna, con su propia personalidad” y por eso quiso darle “un tratamiento distinto, sin que dejara de ser la Reina”. De hecho, la artista americana piensa que los reyes españoles hacen un buen equipo: “Creo que el rey resulta más interesante con la reina, y la reina con el rey. Parece que se necesitan mutuamente”, como confiesa en mencionada publicación. Otro dato curioso que recuerda la fotógrafa de aquel día fue que la reina Letizia llevaba su propia playlist para amenizar la sesión, aunque es una lástima que no recuerde qué canciones sonaron entre disparo y disparo de su cámara.
© Getty ImagesLo cierto es que el resultado final, presentado en la exposición La Tiranía de Cronos, en el Banco de España, ha sido ampliamente elogiado. La muestra es el marco en el que se presentan los retratos realizados por Annie Leibovitz del Rey y la Reina, así como del exgobernador, Pablo Hernández de Cos. Se trata de las últimas incorporaciones a la galería de efigies del Banco y la primera vez que se utiliza la fotografía para este tipo de obras. En declaraciones a La Vanguardia, Annie Leibovitz ha contado lo que doña Letizia le dijo sobre los retratos. "La Reina me dijo: “Annie, estoy sorprendida de que no estemos haciendo algo menos formal”, asegura. La fotógrafa sabe que ahora le gustan las imágenes, "pero en aquel momento estaba preocupada", ha confesado.
© Getty ImagesLas fotografías son un gran díptico, de grandes dimensiones: 223,52 x 170,18 cm. Las fotografías están impresas en lienzo de poliéster imprimado, un trabajo que se ha realizado en Estados Unidos, con tintas de secado UV, combinando elementos clásicos y contemporáneos y el resultado es un equilibrio perfecto entre arte y representación oficial. Los monarcas, al ver las imágenes por primera vez, no pudieron ocultar su emoción. Y cuando fueron preguntados por si les gustaba el resultado, los Reyes asintieron con una sonrisa.
Este retrato no solo enriquece la galería oficial del Banco de España, sino que también se convierte en un testimonio del legado de los Reyes y de su papel en la historia contemporánea de España. Para Annie Leibovitz fue una experiencia única.
