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Triunfó con su look de invitada en la boda de su primo Nicolás de Grecia y Chrysi Vardinogiannis y, con permiso de la novia, se convirtió en el centro de todas las miradas. La infanta Cristina está radiante. Es una mujer nueva y se nota.
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A punto de cumplir sesenta años y sin planes de celebrar una gran fiesta, doña Cristina está en paz y tiene muchas ganas de vivir. Atrás quedan los tiempos difíciles, vuelve a sonreír, parece que todo va bien y ha sorprendido con su gran cambio, que ha sido progresivo.
Más allá del corte de pelo y la pérdida de peso, esta semana descubrimos, en exclusiva, en ¡HOLA!, los secretos de belleza de la infanta Cristina, que cada día está más guapa.
Sin cirugía, la herencia de un trauma
Está preparada y quiere envejecer con arrugas, de manera natural. Es la vida. Hace casi tres años, le extirparon la verruga alunarada que tenía en la cara, y recurre a tratamientos no invasivos, vitaminas y suplementos para combatir los efectos el envejecimiento, pero hasta ahí.
No quiere quitarse años a golpe de bisturí, nos dice una amiga. “Es la herencia de un trauma”.
Han pasado décadas, pero tiene muy presente que su abuela, la Reina Federica, madre de la Reina Sofía, sufrió un infarto de miocardio tras someterse a una Cirugía Plástica Ocular en un hospital de Madrid. De ahí que prefiera no pasar por quirófano y optar por otro tipo de tratamientos de belleza.
Dieta pescetariana y deporte
Hemos descubierto, también, que doña Cristina cuida su alimentación y, además, es pescetariana, al igual que la Reina Sofía.
Fue una decisión que tomó cuando era joven. La infanta Elena y su prima, la princesa Alexia, también se propusieron seguir los hábitos de doña Sofía, que es casi vegetariana, y de la princesa Irene, que es vegana. Sin embargo, tan sólo doña Cristina cumplió su ‘promesa’, y, a día de hoy, la mantiene. Sigue una dieta rica en antioxidantes y vitaminas, en la que priman la verdura, la fruta y el pescado; y no prueba la carne, aunque en su entorno, casi todo el mundo es carnívoro.
Siente predilección por la cocina española -no puede resistirse al arroz, la tortilla y el gazpacho- y también le encanta el sushi.
El otro pilar de sigue siendo el deporte, que siempre ha sido una de sus grandes pasiones. Es una mujer muy deportista: tenis, hípica, baloncesto, atletismo, esquí y vela. Aunque también disfruta haciendo pilates y running.