El buque escuela de la Armada Juan Sebastián de Elcano ha llegado, este viernes 14 de febrero, a Salvador de Bahía, uno de los puertos con más historia de Brasil, famoso por su arquitectura colonial portuguesa y su cultura afrobrasileña. Esta parada, que mantendrá a la princesa de Asturias en el país hasta el próximo 19 de febrero, es la primera escala internacional que realiza el buque tras cruzar el océano Atlántico durante casi tres semanas y después de despedirse del país desde las aguas canarias. Comienza así, la princesa Leonor, el buque y todos los guardamarinas, con otra de sus misiones, aparte de la de instrucción, que es la de actuar como embajador de primer nivel de España en el mundo y apoyar la acción exterior del Estado, estrechando lazos históricos y culturales con los países que visita.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Ha sido a primera hora de la mañana, a las 08:00 hora local, cuando el buque ha llegado a tierra tras una aproximación vistosa y emocionante para la que la banda militar que viaja en el buque alternó música militar con temas tradicionales españoles y brasileños. Para esta llegada, tal y como hizo en los puertos de Santa Cruz de Tenerife y en Las Palmas de Gran Canarias, el barco esperaba fondeado en las inmediaciones del puerto de esta ciudad brasileña, donde los 76 guardamarinas y toda la tripulación de la Armada que les acompaña hicieron noche después de plegar las velas y de poner la bandera de Brasil a ondear en la cubierta.
Siguiendo el esquema pautado para cada uno de los atraques ha sido el comandante del buque, el capitán de navío Luis Carreras-Presas, el que ha mantenido un encuentro con los medios de comunicación en la cubierta de la embarcación y posteriormente ha recibido a bordo, con los honores correspondientes, a la embajadora de España en Brasil, Mar Fernández-Palacios. Un acto que precede al que se ha organizado para los españoles que residen en la zona el próximo domingo, que podrán jurar la bandera a bordo del barco y en una travesía que formará parte de la historia igual que la que realizó Felipe VI en 1987.
Seis noches y cinco días en Salvador de Bahía
Después de tres semanas en el mar, los guardamarinas -con deseos de tocar tierra- disfrutarán de cinco días en Salvador de Bahía, una ciudad bastante turística y que durante siglos fue la capital colonial del país, ya que durante 300 años, Brasil estuvo bajo el dominio portugués. A día de hoy es un importante núcleo cultural y económico, conocido por su rica historia, arquitectura portuguesa y su vibrante cultura afro-brasileña. Hay que recordar que parte de la formación que reciben los guardamarinas se completa en tierra con visitas y actividades que resulten enriquecedoras desde un punto de vista militar, pero también social, ético, profesional y de relaciones humanas. "Tienen que aprender en las estancias en puerto los fundamentos de la diplomacia naval, que es algo que nos enorgullece a los marinos desde hace siglos", nos contó el comandante coruñés a su paso por Tenerife.
Comienza otra de sus misiones: actuar como embajador de primer nivel de España en el mundo y apoyar la acción exterior del Estado
Nada más llegar, fueron recibidos al ritmo de una alegre batucada. Posteriormente, la Princesa ha mantenido una agradable conversación con el grupo femenino de la Asociación Pracatum Acción Social, que realiza programas educativos, culturales y de desarrollo comunitario en el barrio Candeal Pequeño de Brotas (Salvador de Bahía, Brasil) de la mano del músico brasileño Carlinhos Brown.
Además de kilómetros de playas espectaculares, Salvador de Bahía (que fue fundada como Salvador de Bahía de Todos los Santos) tiene muchos lugares interesantes, algunos de ellos muy cerca del lugar en el que permanecerá atracado el buque, que durante estos días contará con unas vistas privilegiadas de uno de los símbolos de la ciudad, el Elevador Lacerda, un ascensor público e icónico para la arquitectura brasileña, que se construyó en 1869 con acero británico para conectar la Ciudad Alta con la Ciudad Baja. Es probable que la princesa Leonor no se pierda un paseo por el barrio del Pelourinho, el centro histórico de calles empedradas y edificios coloniales declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; el Mercado Modelo, que ahora es un mercado colorido y repleto de turistas, pero que es vital para conocer la historia e identidad del país, ya que se construyó en 1861 como aduana y lo que se vendía originalmente en ese lugar, eran seres humanos, es decir, esclavos traídos de África. Comprender esta herencia es la única forma de entender el lugar y la identidad brasileña, entre ellas el arte marcial más conocido del país, la Capoeira, que se desarrolló como una forma de resistencia y ahora es una expresión cultural que se puede contemplar al aire libre en cualquiera de las plazas y jardines de la ciudad.
La travesía continuará con la princesa a bordo
Después de Salvador de Bahía, el buque continuará con su travesía de 17.000 millas náuticas que le llevará a Montevideo (Uruguay), Punta Arenas y Valparaíso (Chile), El Callao (Perú), Ciudad de Panamá, Cartagena de Indias y Santa Marta (Colombia), Santo Domingo (República Dominicana) y Nueva York, antes de regresar a España y visitar los puertos de Gijón, Ferrol, Marín y de nuevo Cádiz, el 21 de julio de 2025. En total, 14 puertos y ocho países en el continente americano, además de seis ciudades españolas. En la actualidad, la embarcación se encuentra inmersa en un plan plurianual de mantenimiento, con el que la Armada asegura que llegará plenamente operativo a los 100 años de servicio que se conmemorarán en 2027 y 2028.