Después de casi una semana en alta mar, la princesa Leonor y los 75 guardiamarinas que forman el 97º crucero de instrucción del buque escuela Juan Sebastián de Elcano, el más emblemático de La Armada, ya han llegado a tierra firme. Un día antes, este jueves, el navío llegaba a tierras canarias y este viernes ha atracado en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, siendo la primera parada de esta singladura histórica.
Desde primera hora de la mañana, la actividad en el puerto tinerfeño ha sido algo más ajetreada de lo habitual, con más efectivos de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y en la isla no se habla de otra cosa que la llegada de Leonor. Aun así, los cruceros han entrado con total normalidad en las dársenas. Elcano ha echado el ancla en el muelle de Santa Cruz, aunque ya llevaba desde este jueves fondeado en aguas canarias. Permanecerá allí hasta el lunes y se han programado una serie de actividades para dar a conocer este barco a los tinerfeños. No hay que olvidar que además de su función de adiestramiento e instrucción en la formación naval de los guardiamarinas, el Juan Sebastián de Elcano es también una embajada flotante y sus paradas en los puertos tienen carácter de visita oficial.
Desde 2014, año en el que Felipe VI fue proclamado monarca, el barco es recibido en Tenerife con una recreación histórica. En esta ocasión así ha sido. Con las velas plegadas, la embarcación entraba en la dársena de Los Llanos con varias salvas que han recreado un acontecimiento histórico de la isla. La Asociación Histórico- Cultural Gesta del 25 de julio de 1797 ha evocado, con uniformes y armamento de época, el episodio en el que el almirante británico Nelson atacó la ciudad para hacer del archipiélago canario territorio de la Corona inglesa. Las Milicias Canarias, bajo el mando del general burgalés Antonio Gutiérrez Otero, lograron detener el ataque y el almirante Nelson perdió el brazo derecho en el fragor de la batalla. El buque estará abierto al público tanto el sábado como el domingo por la mañana y por la tarde.
Acto seguido, el Juan Sebastián de Elcano ha lanzado los cabos y los amarres con los guardiamarinas y la princesa Leonor en su cubierta. En esta ocasión y a diferencia de en Cádiz, los tripulantes vestían el uniforme blanco de La Armada, el de verano, con pantalones y camisa de manga corta que ha llevado en otras ocasiones. En esta primera parada de su viaje, los guardiamarinas han saludado al público concentrado, quitándose sus gorras de plato y agitándolas a ritmo del pasodoble Islas Canarias.
Visita por la ciudad
Tras unos minutos en los que la tripulación ha estado haciendo maniobras, la Princesa y sus compañeros han descendido de la embarcación y han ido en autobús al Fuerte de Almeyda, una fortaleza del siglo XIX que en la actualidad es sede del Museo Histórico Militar de Canarias, y a ver los frescos en la Capitanía General. Una vez que ha tocado suelo firme, Leonor ha sido aclamada con gritos de "¡Guapa!" y "¡Viva España!".
El desembarco de Leonor en suelo canario ha sido muy significativo. Además de tener la posibilidad de poder caminar por sus calles, es la primera vez que la heredera al trono visita de forma pública esta tierra. El recibimiento a la tripulación del bergantín goleta de La Armada ha sido el de siempre, aunque en esta ocasión la atención mediática ha sido mucho mayor por llevar a bordo a la primogénita de los Reyes, quien también ha estado en un almuerzo en el buque junto a diferentes autoridades que han posado en una foto para el recuerdo.
Elcano estará tres días en Tenerife y el lunes izará sus velas con rumbo a Las Palmas de Gran Canaria, a donde llegará el martes, 21 de enero, y permanecerá dos días. No es habitual que los cruceros de instrucción de Elcano atraquen en dos puertos canarios, pero dada la excepcionalidad de esta edición, se ha decidido que la princesa Leonor y sus compañeros recalen en ambas ciudades.
Tras dejar atrás Canarias, ‘Elcano’ se enfrentará a su recorrido más largo sin tocar tierra firme. La inmensidad del océano Atlántico espera a los guardiamarinas que tardarán aproximadamente un mes en surcarlo para llegar al continente americano el 14 de febrero. Ese día, si los vientos son favorables y la navegación lo permite, la expedición llegará a Salvador de Bahía (Brasil).