El momento de partir ha llegado para la princesa Leonor. Después de varios días viviendo en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, de la Armada, que lleva atracado en el muelle de Cádiz desde el miércoles, el momento de salir a la mar y comenzar una apasionante singladura marítima se ha producido. Después de visitar a La Galeona, como se conoce a la Virgen de Nuestra Señora del Rosario, que se encuentra en el convento de Santo Domingo de Cádiz, para pedir su protección en el viaje, ha tenido lugar la partida.
La heredera al trono y los 75 guardiamarinas han sido despedidos a pie de muelle por sus emocionadas familias en un acto que ha estado presidido por don Felipe y doña Letizia, quienes además de cómo Reyes, han participado en el acto como padres. Los componentes del 97 crucero de instrucción de Elcano han salido a la mar en una sentida ceremonia que ha estado marcada por los abrazos, los besos y algunas lágrimas. Los tripulantes no regresarán hasta julio, aunque la Princesa lo hará antes, ya que en el último puerto en el que atraque el crucero, en Nueva York, regresará en avión para continuar su formación en una fragata de La Armada.
El acto de despedida se ha convertido en toda una fiesta en la ciudad de Cádiz, que se ha volcado con los guardiamarinas y con la princesa Leonor, a la que han vitoreado en cada una de sus salidas y actividades relacionadas con la travesía. La Salve Marinera, el Himno de España y las salvas, han supuesto el pistoletazo de salida a este crucero de instrucción, ante la emoción de los familiares y público que se encontraba en un lugar acordonado en el puerto.
Además de los Reyes, han participado el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, y el alcalde de Cádiz, Bruno García. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha llegado con algo de retraso debido a que su vuelo ha tenido que ser desviado a la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla) debido a la niebla. Antes de la llegada del monarca, los guardiamarinas han empezado a desplegarse por los palos de Elcano, generando así una de las imágenes más representativas de la salida de este velero, otra tradición más vinculada a su salida a la mar.
Muy puntuales, los Reyes han subido al barco con gritos de "¡Viva España!". Don Felipe ha vestido uniforme de capitán general de la Armada y doña Letizia un traje azul de pantalón y blusa con lazada. En la cabeza, la Reina ha llevado una diadema, un complemento que hacía muchos años que no lucía y que solía usar cuando sus hijas eran pequeñas. Posteriormente, los Reyes han tenido un encuentro con los guardiamarinas, momento en el que el monarca les ha dirigido unas palabras de ánimo y suerte.
La princesa Leonor ha podido despedirse de sus padres en la intimidad del barco, mientras el resto de sus compañeros han descendido de Elcano para dar los abrazos más sentidos a sus familiares, algunos con lágrimas en los ojos. Cerca de las 11:30 horas, los compañeros de la Princesa han tenido que abandonar tierra firme para embarcarse en el barco. Los Reyes han abandonado el barco y ha sido cuando se ha visto a Leonor unirse a sus compañeros en la cubierta para tomar posiciones para la despedida final. Entre aplausos, don Felipe y doña Letizia, con emoción contenida, han descendido y la Reina ha lanzado un beso a su hija.
Pacientemente, los Reyes han esperado en el cantil del muelle sin quitar los ojos de Leonor. En cuanto se ha entonado La Salve Marinera, por parte del coro de la Universidad de Cádiz, otro gran momento de la jornada, los guardiamarinas se han quitado sus prendas de cabeza cuando Elcano ha soltado amarras para saludar a sus familias. La princesa Leonor, muy feliz, se ha despedido de sus padres sin parar de sonreír, agitando su gorra. Don Felipe y doña Letizia, unos padres tremendamente emocionados y orgullosos, han estado abrazados lanzando besos al aire a Leonor, inmortalizando el momento de la despedida con el móvil del Rey y la reina Letizia secándose las lágrimas ante la marcha.
Ante un fuerte dispositivo de seguridad, Elcano ha izado las velas para vivir otra apasionante aventura. Este embarque representa un hito significativo en la formación integral de Leonor como heredera al trono y futuro mando supremo de las Fuerzas Armadas con el empleo de capitana general cuando sea Reina.
Los Reyes han acompañado a Elcano en el mar a bordo del patrullero de altura de la clase Serviola Vigía P-73 de la Armada, junto con otras autoridades civiles y militares, para ver cómo eran las primeras millas del buque escuela tras dejar puerto. Junto a esta fragata, otras muchas embarcaciones se han sumado a la comitiva por la bahía de Cádiz.
La visita a varios puertos de América
Durante seis meses, hasta el 21 de julio de 2025, la guardiamarina Borbón Oritz y sus compañeros, entre los que se encuentra ocho chicas, recorrerán 17.000 millas náuticas durante 140 días. El primer destino será Santa Cruz de Tenerife y las Palmas de Gran Canaria. Desde esos puertos, Elcano surcará el Atlántico con rumbo al continente americano. El siguiente puerto será el de Salvador de Bahía (Brasil), al que le seguirán Montevideo (Uruguay), Punta Arenas (Chile), Valparaíso (Chile), El Callao (Perú), Ciudad de Panamá (Panamá), Cartagena de Indias (Colombia), Santa Marta (Colombia), Santo Domingo (República Dominicana) y Nueva York (Estados Unidos).
Este periplo a bordo servirá para completar la formación naval de la Princesa, quien este curso ingresó en la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra) tras pasar el curso anterior en la Academia General Militar de Zaragoza del Ejército de Tierra, como parte de sus estudios castrenses. El año que viene está previsto que entre en la Academia General del Aire y del Espacio de San Javier (Murcia).
Además de suponer una vivencia extraordinaria, Leonor y el resto de tripulación experimentarán de primera mano la vida en el mar y se familiarizarán con las tradiciones marineras. Será una valiosa experiencia práctica en navegación, astronomía, meteorología y otras disciplinas náuticas. Además, fomenta el trabajo en equipo, el compañerismo, la disciplina y el espíritu de servicio. En cada parada que haga, el Juan Sebastián de Elcano será un símbolo de España y un embajada flotante que lleva el nombre del primer navegante que completó la primera circunnavegación del globo.
Una experiencia que vivieron los reyes Felipe y Juan Carlos
Para la Princesa, embarcar en Elcano contribuirá a su desarrollo personal y profesional. Tanto su padre, en 1987, como su abuelo, el rey Juan Carlos, en 1958, participaron de este crucero. Felipe VI se refería así sobre la singladura que su hija acaba de comenzar y recordaba su etapa como guardiamarina en su discurso en la reciente Pascua Militar. “Dentro de unos días viajará a Cádiz para embarcarse en el Juan Sebastián de Elcano, como yo mismo hice hace casi cuatro décadas, en un viaje que está entre mis mejores recuerdos de formación militar. La mar es un aprendizaje infinito, así que te deseamos, querida Leonor, que aprovechéis al máximo, tú y tus compañeros y compañeras guardiamarinas, del conocimiento de la experiencia que os ofrece este viaje; porque os seguirá valiendo, como me ha valido a mí, para toda la vida”.