Tras tres días aclimatándose a la vida en un barco, la princesa Leonor, cuenta ya los minutos para emprender una de sus grandes experiencias militares. Esta mañana, junto a otros 75 guardiamarinas, se subirá al buque escuela Juan Sebastián de Elcano, el más carismático de La Armada, para emprender el 97 crucero de instrucción que la llevará durante seis meses a alta mar y donde visitará ocho países.
La guardiamarina Borbón Ortiz y el resto de sus compañeros llevan desde el miércoles en Cádiz haciendo vida a bordo de este bergantín-goleta para aclimatarse a cómo será su vida en el océano y realizando actividades previas a la partida. La hemos visto subiendo a uno de los palos del velero que se encontraba a una altura equivalente a un edificio de 20 pisos, también participando de salidas para almorzar por Cádiz con sus compañeros y participar de las tradiciones que cada año preceden a la salida del muelle de Elcano. Así, este jueves, la heredera al trono y sus compañeros acudieron a la localidad de San Fernando para visitar la iglesia del Carmen, patrona de La Armada y del municipio, y pedir su protección durante la travesía.
Este sábado, a primera hora, todos los guardiamarinas, incluida la princesa de Asturias, han realizado otra de estas tradiciones. Han acudido en Cádiz al convento de Nuestra Señora del Rosario y Santo Domingo, también conocido como la iglesia de Santo Domingo, para acudir a una misa antes de su viaje. En este templo se encuentra la imagen de Nuestra Señora del Rosario, La Galeona. Los guardiamarinas han llegado con su uniforme azul turquí, el catorce botones, y en formación. Los curiosos que se arremolinaban en los aledaños han recibido a la primera en la línea de sucesión al trono con gritos de "¡guapa!".
Tras la ceremonia religiosa, la talla ha salido en solemne procesión hasta el puerto portada por los guardiamarinas y con una banda de música. En el muelle esperaban los invitados y los familiares de los tripulantes. Una vez ante Elcano, ha tenido lugar la ceremonia de entrada de La Galeona en el navío y, después, han subido los guardiamarinas. Esta Virgen acompañará a los tripulantes a bordo durante toda su singladura para protegerlos durante la navegación.
Así, Leonor ha cumplido con la costumbre que desde 1986 llevan haciendo todos los marineros de Elcano. Cuando a mediados de julio el barco regrese de su travesía de nuevo a Cádiz, Nuestra Señora del Rosario regresará a su lugar habitual en la iglesia.
El acto más emotivo
Una vez en el muelle, sobre las 11:00 horas, tendrán lugar los momentos más emotivos antes de la partida: la despedida. Don Felipe y doña Letizia presidirán la salida al mar del Juan Sebastián de Elcano, donde además de como Reyes, también despedirán a su hija como padres. Seguro que se vivirán escenas de gran sentimiento, abrazos y besos por parte del resto de guardiamarinas que se despedirán de sus familias a las que no verán hasta dentro de medio año. La Salve Marinera, interpretada por un coro y unas salvas de honor, darán comienzo el crucero. La salida del barco estará acompañada en sus primeros momentos navegando por embarcaciones particulares.
Para la ciudad de Cádiz, ver partir a los marineros en Elcano, es todo un acontecimiento en la ciudad y este año con más motivo por tener entre ellos a la heredera al trono. La base del navío se encuentra en la base naval de la Carraca, en el término municipal de San Fernando, municipio que también ha vivido con especial emoción este nuevo embarque.
Con esta aventura naval, la princesa Leonor alcanza un hito en su formación integral como futura Reina y refuerza su compromiso con las Fuerzas Armada. El periplo servirá para que los alumnos tengan un contacto permanente e íntimo con la mar y una enseñanza eminentemente práctica que servirá para consolidar y ampliar sus conocimientos técnicos y marineros.
Este crucero forma parte esencial del plan de estudios de los futuros oficiales de La Armada y proporciona una valiosa experiencia en navegación, astronomía, meteorología y otras disciplinas náuticas. Además de fomentar el trabajo en equipo, la disciplina y el espíritu de servicio. Ya lo dijo el rey Felipe en su discurso durante la reciente Pascua Militar sobre lo que había supuesto para él ser marinero de Elcano: “Es un viaje que estará entre mis mejores recuerdos de formación militar. La mar es un aprendizaje infinito, así que te deseamos, querida Leonor, que aprovechéis al máximo, tú y tus compañeros y compañeras guardiamarinas, del conocimiento y de la experiencia que os ofrece este viaje; porque os seguirá valiendo, como eme ha valido a mí, para toda la vida”.