Tras las Navidades y la llegada de los Reyes Magos, a la princesa Leonor le toca de nuevo hacer las maletas. En esta ocasión, su destino es una travesía por altar mar que durará cinco meses y que la llevará a visitar ocho países. La heredera al trono y otros 75 guardiamarinas embarcarán el próximo miércoles 8 de enero en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, el más emblemático de La Armada, para realizar el XCVII Crucero de Instrucción y continuar con su formación naval.
La hora de decir adiós a Marín, la localidad pontevedresa donde ha permanecido formándose desde el pasado agosto en su Escuela Naval, ha llegado. La heredera al trono y sus compañeros van a comenzar una "experiencia única e indestructible que les permite compartir un contacto permanente e íntimo con la mar, entorno a fin de cuentas en el que todos están llamados a desarrollar sus principales cometidos profesionales. A ello se une una enseñanza a bordo eminentemente práctica que contribuye a la consolidación y ampliación de los conocimientos técnicos y marineros, a la adquisición de un mayor grado de cultura general y a la asimilación de los principios, hábitos y virtudes que constituyen el alma de esta profesión vinculada al mar”, tal y como informan desde el Ministerio de Denfensa.
Al igual que hizo su padre, el rey Felipe, en 1987, y antes que él su abuelo, el rey Juan Carlos, en 1958, la princesa de Asturias también será una marinera más en esta aventura, de la que no regresará hasta el 21 de julio de 2025, cuando Elcano vuelva a atracar en el puerto de la capital gaditana.
Elcano supondrá un antes y un después en la vida militar de Leonor. Desde 1928 han sido decenas los guardiamarinas que se han curtido a bordo con la navegación a vela, aprendiendo léxico marinero, luchando contra el mar, tan apacible a veces y tan hostil otras y la monotonía de un largo viaje, pero a la vez estrechando lazos con sus compañeros, conociéndose así mismos y otras gentes en sus diversas escalas.
El barco que será su casa durante casi medio año es un velero bergantín goleta y a diferencia de las unidades de la Armada, no dispone de misiles, ni de torpedos, ni de ningún sistema de armas para el combate. Como cualquier otro buque de guerra, sí dispone de armamento ligero para la defensa, con el fin de mantener una capacidad adecuada para afrontar una amenaza imprevista que pueda surgir en la mar o en un puerto extranjero. En total, Elcano tiene dos montajes de 37 milímetros, 2 ametralladoras Browning y 2 ametralladoras MG, además de armamento portátil como fusiles y pistolas.
Esta especie de miniciudad flotante está dotada de quirófano, telemedicina, dos balleneras, dos grúas hidráulicas de carga para elevar hasta cuatro toneladas de peso y cuatro pescantes.
Además de sus compañeros de la Escuela, Leonor convivirá con otras cien personas que durante el crucero de instrucción mantendrán, un íntimo y constante contacto con la mar, donde están llamados a desarrollar sus principales cometidos profesionales. La Princesa seguirá aprendiendo, sobre todo, destrezas prácticas que contribuirán a la consolidación y ampliación de sus conocimientos técnicos y marineros, la adquisición de un mayor grado de cultura general y la asimilación de los principios, hábitos y virtudes que constituyen el alma de los guardiamarinas.
Leonor vivirá durante cinco meses, además de con sus compañeros, con 16 oficiales, 21 suboficiales, 35 cabos primeros, a los que se unirán profesores de la Escuela Naval y varios civiles (maestros peluquero, velero o carpintero). Todo este personal se ha formado previamente en centros como la Escuela Militar de Marín, la Escuela de Suboficiales de San Fernando, la Escuela de Especialidades de la Estación Naval de La Graña y la Escuela de Especialidades Antonio Escaño, estas dos últimas en Ferrol (A Coruña)
Volverá a ser Princesa en tierra firme
Además, a bordo de Elcano, la princesa Leonor también será una ‘embajadora’ de España en cada puerto que atraque y recibiendo a bordo a diferentes autoridades y personales nacionales y extranjeras. Cada parada de esta travesía será una visita oficial y en el momento en que la Princesa toque tierra volverá a ser tratada como alteza real y no como guardiamarina, según informó El País.
Durante 2024 este buque escuela de La Armada ha seguido con sus obras de reforma para mejorar la vida a bordo y las clases de un barco que pronto será centenario. Se ha modernizado la cocina, los camarotes, algunos aseos y la enfermería, según adelantó el Diario de Cádiz.
Elcano también ha tenido mejoras en cuanto a las comunicaciones satélite y los sistemas de conexión WiFi, que harán posible las clases on line con algunos conferenciantes externos al buque y, por supuesto, mejorar la conexión con sus familias en España. También los camarotes han mejorado su climatización y hay muchas más tomas de corriente, imprescindibles para unos guardiamarinas que seguro que estarán provistos de dispositivos electrónicos.
De momento, lo que tendrá que esperar un poco será el cambio del tercero de los palos después de que hace dos años se renovara el palo mesana, el más cercano a la popa y que hace de tubo de escape. En 2023 se cambió el trinquete, el más cercano a la proa, según el periódico gaditano. Además, se ha hecho una puesta a punto de los generadores y del motor principal de la nave y, por supuesto, la revisión de las balsas, botes y chalecos salvavidas, así como el lijado, barnizado de las cubiertas y pintado del casco para que Elcano luzca en perfecto estado de revista en cada una de sus paradas.
De Cádiz al continente americano
La que será la casa de Leonor en los primeros meses de 2025, la heredera al trono recorrerá 17.000 millas náuticas durante 140 días. Tras despedirse de la península, Elcano pondrá rumbo a Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria y desde ahí la embarcación surcará el Atlántico con rumbo a América. El siguiente puerto será el de Salvador de Bahía (Brasil), al que le seguirán Montevideo (Uruguay), Punta Arenas (Chile), Valparaíso (Chile), El Callao (Perú), Ciudad de Panamá (Panamá), Cartagena de Indias (Colombia), Santa Marta (Colombia), Santo Domingo (República Dominicana) y Nueva York (Estados Unidos).
Repasamos el año más intenso de la princesa Leonor