Los espectaculares retratos que Annie Leibovitz ha realizado de los Reyes y que ya cuelgan de las paredes del Banco de España están cargados de muchos significados. Desde la elección del salón del Palacio Real, pasando por las horas que llevó el posado, las inspiraciones de la autora a la hora de hacer este trabajo, la composición en díptico, los cuidados estilismos, las joyas y las condecoraciones con los que don Felipe y doña Letizia fueron inmortalizados, son algunos de los detalles que esconde esta obra de arte que ya son parte de la Historia y que pasamos a desvelar.
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El escenario, un salón como no hay otro igual
Annie Leibovitz tuvo libertad total para este encargo. La artista se empapó de la historia de los retratos oficiales de nuestro país, estudió a los grandes maestros de Corte como Velázquez y decidió que los Reyes fueran captados en el Palacio Real. También se barajaron otros lugares como los exteriores del recinto Palaciego o diversas dependencias del Banco de España. La belleza y la profusa decoración barroca del Salón Gasparini encandiló a la retratista que quedó impresionada con esta sala.
Seis horas de intenso posado en buen ambiente
Don Felipe y doña Letizia fueron retratados por la fotógrafa el 7 de febrero. La sesión de fotos fue “intensa, pero también fue tranquila”, según Yolanda Romero, conservadora del Banco de España. El Rey llegó a media mañana y la Reina un poco antes y el posado duró desde las 11:00 h hasta las 17:00 h donde hubo tiempo para la comida. Leibovitz llevó consigo al Palacio Real a cinco personas de su equipo y se creó una atmósfera distendida, según la conservadora. Los Reyes conocen a la artista desde hace años, ya que en 2013 le entregaron el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Un ‘making off’ que aún no ha visto la luz
Tantas horas de trabajo están documentadas. Según Romero, hay un making off que no se ha hecho público y que quizá en un futuro vea la luz. En él quedaría constancia del trabajo de la autora y se verían las imágenes que se descartaron.
Dos retratos en uno y una silla como hilo conductor
La obra está concebida como un díptico y aunque son dos retratos, en realidad es uno. No se entiende el uno sin el otro. A la izquierda, el Rey captado con la técnica del claroscuro y todos los detalles del tradicional retrato de aparato que tanto recuerda a Las Meninas de Velázquez como es la mesa, la puerta abierta, la lámpara de araña y el reloj. A la derecha, doña Letizia, inundada de luz natural por unos grandes ventanales, mira de frente al espectador y parece ir al encuentro de su marido. Es una imagen de continuidad que se aprecia con una de las sillas, en primer término que se corta en la foto de don Felipe, pero que sigue en el de doña Letizia.
Unas imágenes muy viajadas realizadas con cámara digital
Annie Leibovitz ha sido “muy meticulosa” con todo el proceso creativo y con el resultado final de la obra. Fotografió a los Reyes con una cámara digital y decidió que las imágenes fueran impresas en tela (poliéster) en Estados Unidos. También fue la encargada de elegir los cuadros dorados que enmarcan su obra. Es la primera vez que el retrato de un monarca encargado por el Banco de España se realiza en fotografía en lugar de en pintura.
El Rey posa como capitán general, aunque también llevó otras vestimentas
Siguiendo la estela de otros monarcas que fueron pintados por los grandes artistas de siglos atrás, don Felipe posa con el uniforme de gran etiqueta de capitán general del Ejército de Tierra. Destaca por su guerrera azul marino con botones dorados, el fajín rojo como jefe supremo de los Ejércitos, el Toisón de Oro, el collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, la gran cruz al Mérito Militar o la gran cruz al Mérito Naval. Es la uniformidad militar de mayor relevancia.
Don Felipe, tal y como desveló Yolanda Romero en la presentación de las imágenes, también llevó a la sesión chaqué y frac y fue retratado con ambos estilismos. Finalmente, Annie Leibotiz decidió que la foto definitiva sería vestido de militar.
El homenaje de la Reina a la moda española
La única condición que Leibovitz puso para la realización de este retrato es que los Reyes fueran vestidos de gala. Además, el Banco de España puso como condición que la ropa elegida por doña Letizia no hubiera sido usada en ningún otro retrato oficial. Hay que recordar que este díptico no es una fotografía oficial del monarca y su mujer, sino una obra de arte. Doña Letizia, con su vestido palabra de honor negro de Cristóbal Balenciaga, confeccionado en los años 40, hace un homenaje a la moda española más internacional. Ella fue la que decidió usar este traje de línea sirena que perteneció a Maria Junyent sobrina del pintor, escenógrafo y coleccionista Oleguer Junyent, que eran vecinos del taller de Balenciaga en Barcelona. Su hijo, Oleguer Armengol Junyent donó el vestido a la Fundación Antoni de Montpalau. La Reina ha sorprendido al posar con un escote palabra de honor, un corte que hacía mucho que no le veíamos, pero que años atrás era uno de sus favoritos para las ocasiones más solemnes.
La capa fucsia, la sorpresa con guiño a don Juan Carlos y doña Sofía
La reina Letizia sorprende con su estilismo al usar una capa de gala fucsia en seda tafetán, creada en el taller de Balenciaga en 1962. No es una prenda que ella suela usar, pero que le da un empaque y eleva el look. El diseño formaba parte del conjunto que se hizo la condesa de Torroella de Montgrí y marquesa de Robert, María del Carmen Ferrer-Cajigal de Robert para la boda de don Juan Carlos y doña Sofía el 14 de mayo de 1962. Al igual que el vestido, fue donada a la Fundación Antoni de Montpalau por Carmen de Robert Ferrer-Cajigal.
Una prenda que fue expuesta en el Museo Thyssen
La capa fucsia no es la primera vez que se ve en público. Ya pudo admirarse en la exposición Balenciaga y la pintura española que se pudo disfrutar del 18 de junio al 22 de septiembre de 2019 en el Museo Thyssen de Madrid. La prenda muestra la vinculación del modista vasco con la tradición de la pintura española entre los siglos XVI y XX. En la muestra, el chal se disponía, junto al cuadro Santa Casilda, un lienzo de Zurbarán. Sobre lo que ha significado que doña Letizia haya elegido estas piezas, Josep Casamartina Parassols, director, cofundador y vicepresidente de la Fundación Antoni de Montpalau lo tiene claro. “Para la fundación, es un hecho importante y un reconocimiento a nuestra labor en la promoción, recopilación y el estudio de la moda española, esta elección”.
Una Reina sin tiara y con un anillo de su propia colección
Yolanda Romero destaca que Annie Leibovitz fotografió a doña Letizia con tiara y con la banda de Carlos III, sus atributos más majestuosos. Sin embargo, esas fotos fueron descartadas, algo que no le resta ni pizca de solemnidad al retrato. Sin embargo, la Reina aparece con espectaculares joyas de las Reinas de España. Se trata de los pendientes y el collar de chatones de la reina Victoria Eugenia, bisabuela de don Felipe, que estrenó en la entronización de Naruhito de Japón. Además, luce en el dedo índice de su mano izquierda el anillo El amor todo lo mueve, que desde primeros de 2023 prácticamente no se ha quitado y lleva en casi todos sus actos oficiales. En esta ocasión también ha querido pasar a la Historia con él.
Los Reyes visitarán su retrato
La presentación del díptico no ha contado ni con la presencia de los retratados ni con la autora. Sin embargo, está previsto que enun futuro acudan al Banco de España para verlo en su destino final, la Sala del Consejo de Gobierno de la entidad. También Annie Leibovitz seguramente venga a Madrid para verlo, según aseguró Yolanda Romero. En la presentación ante los medios, la conservadora contó que los Reyes no tardaron mucho en aceptar la propuesta de ser fotografiados por la estadounidense.
137.000 euros para dos imágenes históricas
En octubre de 2022, el Banco de España inició el proceso para el encargo del retrato de los Reyes, que concluyó casi un año después con la selección de Annie Leibovitz. Fue la agente de la artista, Karen Mulligan, la que firmó el contrato el 23 de septiembre de 2023 por 137.000 euros. El 20% de esta cantidad se entregó en el momento que se acordó y el 80% lo recibió con la aceptación final y entrega de la obra. Los derechos de imagen son compartidos entre la artista y el Banco de España.