De llevar una vida casi a la sombra a convertirse en una figura importantísima para la Corona. Leonor de Borbón cierra un año excepcional con resultados brillantes y abre otro lleno 'de esperanza' y muy ilusionada, aunque casi no ha habido celebración. El pasado año, su mayoría de edad quedó enmarcada en un día festivo y para la historia, con miles de personas cantándole el Cumpleaños feliz mientras iba camino de las Cortes en un Rolls-Royce, y su familia y amigos viéndola soplar las velas de su tarta en El Pardo, pero este último, la llegada de los 19 (31 de octubre), fue muy diferente. Primero, porque no era una cifra redonda, caía en jueves y no iba a saltarse ni las clases ni la instrucción marinera en la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra), como podemos ver en las imágenes que publicamos en exclusiva. Y segundo, lo más importante, por el impacto de las inundaciones. "En Zarzuela nadie está para fiestas, hay un sentimiento de tristeza y desolación por todo lo que ha ocurrido y sigue", nos dicen desde el entorno de los Reyes. Y añaden nuestras fuentes: "Su gran regalo fue poder compartir tiempo con su hermana, que la acompañó esa noche".
Había planes de celebrar una fiesta y de que algunos de sus primos viajaran a Marín, pero de su familia solo estuvo a su lado la infanta, que, además, este mismo lunes 4 de noviembre, retomaba ya sus clases en Gales. La princesa sopló las velas con sus compañeros de la academia y, al día siguiente, arrancó junto a Sofía el puente de Todos los Santos, siguiendo, al igual que los Reyes, la magnitud de la tragedia, con una España de luto y viviendo una de las semanas más trágicas de su historia.
Gran diferencia
Si en 2023 estaba todavía al abrigo de los Reyes, estos últimos doce meses han marcado una gran diferencia. Leonor es una princesa que va rumbo al trono con la 'corona ajustada'. Imparable, independiente, decidida, adaptándose a todo y con la sonrisa por delante. Consolidando su protagonismo en la vida institucional y su papel de 'estrella' en la Familia Real, mientras continúa con su formación militar.
Seguimos sin saber mucho de su vida, sus gustos, pasiones, pero sí hemos descubierto lo más importante. Al jurar la Carta Magna como heredera de la Corona ante las Cortes Generales, Leonor, que está realmente comprometida con España y dispuesta a su destino, prometió "servir a los españoles con respeto y lealtad", "no hay mayor orgullo". También sabemos que los Reyes confían en ella "plenamente" y están muy orgullosos de "su sentido del deber, de su entrega y de la ilusión con la que afronta su futuro", y, de hecho, el Rey, le da cada vez más responsabilidades, como se vio durante la pasada entrega de los Premios Princesa de Asturias. Y por último (tercero), somos testigos de cómo ha conquistado a la mayoría de los españoles, que no pasan su sacrificio por alto.
La princesa está viendo, además, cómo se cumple el deseo que verbalizó cuando juró la Constitución y pidió "que confíen en mí como yo tengo puesta toda mi confianza en el futuro de la nación, el futuro de España". Solo hay que ver cómo la recibieron en Oviedo, cómo se sentía el afecto y el orgullo en la calle; recordar los aplausos que le dedicaron este verano en Cataluña, durante la entrega de los Premios Princesa de Girona, o con qué cariño la despidieron en Zaragoza, donde concluyó su primera etapa castrense en la AGM.
La pandilla
Leonor es la imagen del compromiso y de la responsabilidad, pero también, en sus palabras, una joven "a punto de abandonar la adolescencia" que quiere "vivir con el entusiasmo propio de mi edad". Le gusta el ambiente de camaradería, tiene una relación maravillosa con sus compañeros y va ampliando su pandilla de leales amigos con los que ha compartido vida y estudios en Madrid, Gales, Zaragoza… y, ahora, en Marín. Y en este aspecto también ha habido un antes y un después. Leonor está disfrutando de su libertad. Hace escapadas con amigos a comer «pescaíto» en una playa de Málaga; viaja sola a Nueva York, Ámsterdam…; sale por la noche a discotecas (y se la ve camuflada tras unas gafas bailando pop); le gustan las terrazas; no se resiste a una hamburguesa a las once de la noche… Y es de verdad una más mientras conduce un coche de choque en las atracciones, tras un día de maniobras con sus compañeros en Jaca (Huesca).
sara