Les separan miles de kilómetros, pero siempre que se da la ocasión, procuran encontrarse. Esta vez, en Londres, donde el rey Juan Carlos salió a cenar, el pasado viernes, uno de noviembre, con sus nietos Miguel e Irene Urdangarin.
No estaba planeado. Don Juan Carlos había viajado, una vez más, a la capital inglesa, donde tiene muy buenos amigos, y aprovechó esta ‘escapada’ para ver a los hijos de la infanta Cristina, a los que adora, aunque faltaban Pablo y Juan, que no pudo unirse al plan porque se encontraba fuera de la ciudad, en un viaje de trabajo.
El lugar elegido para el feliz reencuentro no fue otro que Oswald’s, situado en el barrio de Mayfair. Como muestran las imágenes que publicamos, en exclusiva, Miguel e Irene llegaron juntos, en un taxi, a la cita con su abuelo.
Irene, nueva vida en Reino Unido
Ya han pasado dos meses desde que Irene comenzó una nueva etapa como estudiante en Reino Unido. Tal y como avanzamos en ¡HOLA!, tras su estancia como voluntaria en Camboya, llegó a suelo británico, el pasado septiembre. La pequeña de los Urdangarin se matriculó en Hostelería, Gestión de eventos y Turismo en Oxford, siguiendo los pasos de sus hermanos mayores Juan y Miguel, que también estudiaron sus carreras en Inglaterra.
Miguel -que es biólogo marino- dejó el país el año pasado, aunque no pierde su conexión con Gran Bretaña, más ahora que su hermana pequeña, a la que está muy unido, vive en el país que él tan bien conoce. Por el momento, divide su tiempo entre Ginebra y Madrid, -donde sigue trabajando en prácticas en una empresa de su sector-; mientras que Juan, continúa residiendo en Londres y trabajando en la empresa de Alejandro Agag.
Un exclusivo club con aire versallesco
Oswald’s es un club privado de Reino Unido y uno de los sitios preferidos del Rey Juan Carlos en sus visitas a Londres.
Cuando en abril del año pasado aterrizó en la capital británica -en la que hacía escala para seguir su viaje hacia Vigo-, también hizo una pequeña parada allí, como informaron entonces los medios de comunicación británicos.
Las paredes de este espacio, conocido por ser uno de los más selectos del país, albergan muchos secretos. Tal y como informa Tatler, es el punto de encuentro de políticos -como Boris Johnson-, estrellas -Joan Collins es una de sus clientas habituales- y miembros de la realeza como la princesa Eugenia, que celebró allí sus aniversarios de boda.
Su dueño, Robin Birley, apodado como el ‘rey de los clubs’ de Gran Bretaña, puso el nombre al club en honor a su abuelo, que fue retratista de la familia real inglesa, y aseguran que su decoración, en color dorado, está inspirada en el Palacio de Versalles.