La princesa Leonor ha regresado a Asturias, como hace cada octubre, con motivo de la entrega de los Premios Princesa de Asturias. Este año, sin embargo, todo es diferente. Lo hace como mayor de edad y por primera vez en actos en solitario. El Principado ha querido distinguirla con las máximas condecoraciones y los ovetenses la han aclamado al ser nombrada alcaldesa honoraria de Oviedo y cuando ha recibido la Medalla de Oro de la región. Ella se ha sentido honrada de recibir estas nuevas distinciones y ha mostrado su lado más asturiano, y ha contado lo importante que ha sido esta tierra desde que era pequeña, sus platos favoritos y hasta guiños lingüísticos.
Con un traje azul celeste, como no podía ser de otra manera encontrándose en Asturias, la Princesa se ha presentado en Oviedo con gran aplomo y seguridad. Ha querido corresponsal tanto cariño de vecinos y visitantes, acercándose a saludarles en lo que ha sido un verdadero baño de masas. Se nota que la heredera al trono está a gusto en el Principado y así lo ha expresado en su discurso, uno de los más emotivos, personales y entrañables, donde nos ha desvelado algunos aspectos de su infancia hasta ahora desconocidos.
Asturias no es solo un lugar al que acude una vez al año. Es la tierra de su madre y de parte de su familia y un lugar que conoce muy bien, pues lo ha visitado desde su niñez. En su discurso ha confesado que le encantan los oricios (a su hermana no tanto y se decanta por el pantrucu , la morcilla asturiana) que conoce los bellos paisajes asturianos, sus bosques, sus pueblos, sus playas, que en Asturias ha sido feliz y que este territorio forma parte de su infancia.
Además de recordar las historias que le contaba su bisabuela Menchu, todo un referente en la radio asturiana, ha desvelado que desde pequeña ha estado muchas veces en Asturias y que conoce el lenguaje astur desde pequeñina , que su familia es muy asturianona , que recuerda su primer viaje oficial de 2018 para “visitar a la Santina , la virgen de Covadonga” y que “los asturianos me habéis acompañado en muchos momentos importantes de mi vida ¡Cómo no voy a sentirme a gusto aquí!”. Ya lo dijo en su primer discurso en Oviedo en 2019: “Tengo sangre asturiana”.
Con el tiempo y según se vaya haciendo mayor, la princesa Leonor nos irá desvelando sus pasiones, sus gustos, sus experiencias y detalles desconocidos de su vida privada, esa que no se ve en los actos oficiales, pero que dan forma a una heredera.