La princesa Leonor ha sido la estrella del día de la Fiesta Nacional en una jornada marcada por la intensa lluvia caída en Madrid que ha obligado a suspender la exhibición aérea y el salto en paracaídas. También lo ha sido de la recepción posterior que ha tenido lugar en el Salón del Trono del Palacio Real, un acto al que ha acudido por segunda vez después de su debut del año pasado. En esta ocasión, Leonor ha llevado el uniforme de gala de La Armada, que no se ha quitado en el besamanos y ha participado de los corrillos con los invitados, en un ambiente cercano y distendido.
En el Salón del Trono, la princesa de Asturias ha aparecido sin el gorro blanco y se ha colocado a la derecha de su madre, en el saludo a los invitados. El Rey, como hace cada año, ha cambiado su uniforme militar por un traje de chaqueta oscuro con corbata roja, a juego con el vestido con lazada de la Reina, y la insignia del Toisón de Oro en la solapa. De nuevo, este año, la heredera al trono ha querido remarcar su condición de guardiamarina en formación en lugar de su papel de Princesa y por eso no se ha quitado su vestimenta militar.
Los corrillos son los pequeños grupos de invitados que se forman en el Palacio Real el Día de la Hispanidad, donde se charla de forma distendida durante el cóctel y del que participan los Reyes y su primogénita de una manera natural, cercana y alejada de protocolos.
Tras los saludos a los invitados, ha tenido lugar la recepción en los salones de Palacio. Un momento relajado donde la guardiamarina Borbón Ortiz se ha mostrado de lo más desenvuelta, sonriente y encantadora. Como era de esperar, la fuerte lluvia caída en Madrid ha sido uno de los temas más comentados del evento. También la princesa Leonor ha hecho referencia al mal tiempo, de hecho, durante la marcha militar su banda y uniforme se han mojado. Ha bromeado al comparar el frío y el característico clima de Galicia a lo que se ha sentido este sábado en la capital.
La Princesa, que ingresó el pasado 29 de agosto en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra), ha dicho que lo mejor de su formación en La Armada son los compañeros. De hecho, cinco estudiantes de este centro militar han acudido a la recepción y Leonor ha saludado con un apretón de manos y una gran sonrisa. Además de las duras maniobras y entrenamientos en la mar, Leonor ha disfrutado de planes de ocio gallegos como irse de tapas o degustar la rica gastronomía local como las vieiras con fiuncho, el pulpo, la merluza y el salpicón en un establecimiento del paseo marítimo de Marín.
También ha estado Margarita Pardo de Santayana, la perceptora que vela por Leonor y que fue su tutora durante el curso que estuvo en la Academia General Militar del Ejército de Tierra, quien se ha convertido en una persona muy cercana a ella.
Pardo de Santayana es teniente coronel de artillería, diplomada de Estado Mayor y piloto de helicópteros. Ha participado en misiones en Mali o Afganistán y fue la primera mujer que asumió el cargo de la Jefatura de un Batallón de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra. Además, es una de las pioneras que abrió paso a las mujeres dentro de la institución en nuestro país.
Muy pendiente de sus padres
Durante todo el tiempo que ha durado la reunión, Leonor ha estado muy pendiente de sus padres y ha llamado la atención su gran conocimiento de términos y vocabulario castrenses. Fuentes cercanas han señalado que la heredera a la Corona es una chica estupenda que ya se encuentra plenamente inmersa en la intensa disciplina de La Armada.
Tras este lluvioso Día de la Hispanidad, a la princesa Leonor le queda por delante recibir el 24 de octubre en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Oviedo el título de alcaldesa honoraria de la ciudad, distinción que obtuvo su padre hace 36 años. También se le hará entrega de la Medalla de la Comunidad Autónoma con motivo de su mayoría de edad que alcanzó hace casi un año. Se trata de otra condecoración que también tiene Felipe VI desde 1968. Un día después presidirá en el Teatro Campoamor de la capital asturiana, junto a los Reyes, los premios que llevan su nombre. Unos días después, el 31 de octubre, la Princesa cumplirá 19 años, pero lo más probable es que, al no tratarse de una fecha redonda de aniversario y siendo jueves, lo celebre en Marín.