La princesa Leonor volverá este sábado a Madrid para presidir junto a sus padres los Reyes el desfile de las Fuerzas Armadas con motivo del Día de la Hispanidad. La heredera al trono regresa al gran acto castrense del año cuando está a punto de cumplir los 19 años (los celebrará el 31 de octubre) y por segunda vez como militar, esta vez como guardiamarina de primero de la Escuela Naval de Marín de la Armada. Atrás quedan sus primeras veces en el 12 de octubre, cuando era tan solo una niña que lo miraba todo con los ojos chispeantes y llenos de curiosidad. La espontaneidad y las risas de niña han dado paso a una Princesa de Asturias con gran aplomo y seguridad en su etapa adulta
Su primera vez con casi nueve años
La princesa Leonor debutó en el desfile militar del 12 de octubre en el año 2014. Unos meses antes, sus padres se convirtieron en Reyes y ella y su hermana, la infanta Sofía, debutaron en este solemne acto militar. En aquel entonces, la heredera al trono estaba a punto de cumplir 9 años y su hermana tenía 7. Vistieron para la ocasión diseños parecidos, pero de distinto color, y estaban peinadas con una trenza de espiga, su recogido favorito para las grandes citas oficiales durante toda su infancia.
Buscando los abrazos de sus padres
El debut de la princesa Leonor y la infanta Sofía fue de sobresaliente. Estuvieron atentas a todo, señalaron con asombro las acrobacias aéreas de la Patrulla Águila y no pudieron dejar de reírse al paso de la mascota de La Legión. Todo las llamaba la atención y todo lo comentaban. A la vez, dieron muestras de dominar el protocolo, saludando a las autoridades y haciendo el saludo a la bandera. Su madre, la reina Letizia, estuvo muy pendiente de ellas y derrochó muestras de gran cariño.
La naturalidad de su segundo año
El 12 de octubre de 2015, la princesa Leonor acudió por segunda vez al desfile de las Fuerzas Armadas. Tenía nueve años y ya se le iba notando que dominaba la escena. Seguía maravillándose con las piruetas de los aviones, pero buscaba mucho menos los gestos de aprobación de su madre. Saludó al público con gran simpatía y estuvo de lo más formal.
La complicidad con su padre
A pesar de que la Princesa de Asturias ya iba cogiendo tablas, tras el desfile protagonizó este simpático y tierno momento con su padre, en la que es su gran cita como capitán general de los Ejércitos. En los actos públicos, la conexión con su padre, quien también es su 'jefe' ha sido total.
La sonrisa de una heredera
En 2016, la Fiesta Nacional estuvo pasada por agua y por el frío. Nada detuvo a la Princesa que afrontaba su tercer desfile militar con una sonrisa de oreja a oreja. Estaba a punto de cumplir once años y de entrar en la preadolescencia. Se la vio disfrutar, a la vez que en el palco de autoridades cumplía a la perfección su papel de heredera.
Su última vez sentada junto a su hermana
De rojo español acudió la princesa Leonor al Día de la Hispanidad en 2017. Tenía casi doce años y fue un desfile muy significativo, pues fue la última vez que se sentó junto a su madre y su hermana. Bordó su actuación y ya no buscaba los gestos de su madre o su padre. Estaba a punto de abandonar la infancia y dar un salto cualitativo como primera en la línea de sucesión al trono.
El otro debut como heredera de 2018
Leonor ya llevaba cuatro años acudiendo al 12 de octubre cuando, de alguna forma, volvió a debutar en este acto. En 2018 lució por primera vez en público la insignia del Toisón de Oro que su padre le impuso unos meses antes. Es una de las órdenes más prestigiosas y antiguas de Europa. Se trata de un vellocino de oro que llevó en el pecho. Además, se colocó por primera vez a la derecha del Rey, escenificando su dunción como heredera. Desde entonces siempre se ha sentado a la derecha de su padre en muchos actos institucionales.
La anécdota del paracaídista
Combinada con su madre en rosa empolvado, la princesa Leonor aprendió que, a veces, algo puede fallar en las ceremonias por muy ensayadas que estén. Uno de los paracaidistas que transportaba la bandera española, quedó enganchado en una farola. A pesar del susto inicial, los Reyes en compañía de sus hijas se acercaron a hablar con el cabo primero Luis Fernando Pozo, militar de la Brigada Paracaidista, para ver cómo se encontraba. Afortunadamente, todo quedó en un susto.
El 12 de octubre más difícil y atípico
El Día de la Fiesta Nacional de 2020 fue uno de los más difíciles para la Familia Real. La pandemia había hecho estragos y la alerta sanitaria obligó a adaptar la parada militar a la situación sanitaria. El acto tuvo lugar en el Patio de la Armería del Palacio Real y todos los presentes, incluidos los Reyes y sus hijas, llevaron mascarillas. Fue el último año en que Leonor participó tras la ausencia de los dos años siguientes por encontrarse estudiando el bachillerato internacional en un internado de Reino Unido. También fue el año en el que se diferenció de su hermana con los estilismos. Hasta entonces, en sus apariciones oficiales solían vestir combinadas y esa vez, Leonor llevó falda mientras que su hermana optó por los pantalones.
La primera ausencia de Leonor
En 2021, la princesa Leonor fue la gran ausente del 12 de octubre. Se encontraba estudiando el primer curso de bachillerato internacional en el UWC Atlantic College de Gales, un colegio en el que ahora está estudiando su hermana. El calendario escolar hizo que no pudiera estar presente en Madrid ese día. Sin embargo, la infanta Sofía la 'suplió' a la perfección y se colocó en el lugar que corresponde al heredero a la Corona, a la derecha del monarca. Fue el último año en el que don Felipe, doña Letizia y Sofía llevaron mascarilla en el Día de la Hispanidad.
Segundo año sin la Princesa y vuelta a la normalidad
Hace dos años fue la última vez que la Princesa faltó a este importante compromiso. Su hermana volvió a bordar su papel acompañando a sus padres en un 2022 que supuso la vuelta a la normalidad tras la pandemia de la covid. La infanta Sofía faltó el año pasado y faltará este 2024 por encontrarse estudiando en Gales.
Su estreno como militar
En 2023, la princesa de Asturias se estrenó como militar en este acto castrense. Era dama cadete en la Academia Militar de Zaragoza del Ejército de Tierra y se presentó a la cita con el uniforme de gala y la boina grancé haciendo el saludo marcial a las autoridades. Este sábado, se la verá de nuevo con la vestimenta castrense, pero la correspondiente a su condición de guardiamarina de primero de la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra) de La Armada, en la que ingresó a finales de agosto.