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La reina Letizia ha vuelto a las ondas por un día y al medio del que se enamoró y por el que se hizo periodista. En la Casa de la Radio (Prado del Rey) ha inaugurado el acto de presentación del servicio Radio Nacional para Todos, una iniciativa de RTVE y el Real Patronato sobre Discapacidad para hacer accesible la radio en directo a las personas sordas a través de nuevos desarrollos tecnológicos, que incorporarán subtitulado y más adelante avatares en lengua de signos.
En una imagen insólita que tanto recuerda a su pasado como presentadora del Telediario, se ha visto de nuevo a la Reina con el micrófono rojo del ente público, colocada en la mesa de emisión junto a la directora del programa Las mañanas de RNE, Mamen Asencio. Tras apretar el botón de activación del sistema desde el panel central, la Reina participó en directo donde destacó que “este servicio que hoy se inicia y que es posible porque, entre otras cosas, ha habido una enorme colaboración de muchísimas instituciones, entre otras, ese centro español para el subtitulado y el audio descripción que pertenece al Real Patronato de la Discapacidad (...) Es muy importante porque hay unas 1.200.000 personas sordas y con discapacidad que desde hoy pueden acceder a la radio en directo. Tienes aquí en la mesa a Mamen, a personas que saben lo que esto significa, cómo funciona, porque es un software que es complejo. De hecho, se ha ido desarrollando durante estos meses. Aún queda ampliar porque hay un... Bueno, decías el 60%, hay que llegar a más. Y a lo mejor también a otras canales de la radio pública. Y también, a lo mejor, se animan también las radios privadas para que esas 1.200.000 personas amplíen su capacidad de participar, su integración, su inclusión en la sociedad. Y es, por tanto, una muy buena noticia..."
Tras finalizar la conexión, la Reina charló con las autoridades, consejeros y directivos de RTVE y representantes de asociaciones de personas sordas. Para concluir, doña Letizia visitó el estudio de continuidad 101, donde se realizan los programas en directo de Radio 1, que son los que se van a subtitular y la imagen que se ofrecerá será el directo de dicho estudio. Cuando sean programas grabados de Radio 1 la imagen que se emitirá será una fotografía del mismo.
RNE para todos se podrá sintonizar en TDT por los usuarios que lo deseen y también es accesible a través de RTVE Play. El servicio se presta con una cobertura inicial del 60% de la población en TDT, si bien aumentará la cobertura para llegar a más de 99% a medio plazo.
Los vínculos de la reina Letizia con la radio
Aunque la reina Letizia despuntó como periodista de televisión, es cierto que la radio ha sido un medio al que siempre ha estado vinculada. En primer lugar, por su abuela, Menchu Álvarez del Valle, mítica periodista radiofónica que estuvo en Radio Oviedo, La Voz del Principado, Radiocadena Española y finalmente en Radio Nacional de España. Durante 42 años trabajó en las ondas y fue considerada una de las voces más populares de la radio asturiana.
También su padre, Jesús Ortiz, ejerció la profesión y hace un año, ella misma contó al dúo cómico Gomaespuma la admiración que sentía por ellos en un vídeo para un especial de su fundación cuyos fondos se destinaron a personas desfavorecidas. “Quién me iba a decir a mí que, después de tantos años, en los que yo tenía 13 o 14 años, y que escuchaba a escondidas de madrugada el programa de Gomaespuma”, empezó diciendo con una sonrisa y tono nostálgico que era oyente “voluntaria” del formato: “Hacía periodismo porque quería que conectaran conmigo”, señaló.
© Casa de S. M. el ReyAños antes, en 2021, la Reina presidió el acto para conmemorar el 50º aniversario de la Facultad de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid, en la que ella se formó, y donde dio un discurso como exalumna de honor. “Venir cada día durante cinco años en la década de los noventa a este lugar deja huella”, comenzó. “Creo que todos los que hemos pasado por aquí sabemos de qué hablo. Igual que todos sabemos por qué queríamos ser periodistas… y lo que sentimos cuando recibimos aquella carta (¡de las de antes, con el membrete correspondiente y metida en el buzón!), esa carta de nuestra facultad en la que se nos admitía como estudiantes universitarios después de la selectividad. Todo suena a otro siglo y de otro siglo, me temo, es. Les confieso que aquí me enseñaron muchísimas cosas, entre otras, a usar el tipómetro. Sí, sí, a contar cíceros. Aprendí mucho más, desde luego. En las aulas y fuera de ellas, qué les voy a contar de la cafetería de esta facultad… La licenciatura que completé en aquellos cinco años fue una gran formación que agradecí siempre. Tuve grandes profesores y compañeros estupendos. Uno de aquellos catedráticos me dijo una vez: “Ortiz, yo no sé qué será de usted, pero a pesada, - aclaro que se refería a las preguntas, a la curiosidad, a querer saber -, no va a tener rival”, dijo provocando las risas del público.
