La relación de doña Sofía con la Copa del Rey de Vela siempre fue muy estrecha. Antaño, cada verano por estas fechas, la madre de Felipe VI se dejaba ver por el Real Club Náutico de Palma de Mallorca. Allí, era testigo 'in situ' o participaba de alguna forma -durante la entrega de trofeos- en el prestigioso torneo marítimo. Un vínculo realmente especial y familiar que, sin embargo, se fue diluyendo a ojos del público con el paso del tiempo.
Hay que remontarse más de un lustro, en 2018, para recordar su última aparición en dicha competición. Un hecho que ha vuelto a producirse este sábado a mediodía en la isla balear, donde la Reina disfruta como es tradición de sus vacaciones estivales. Por la mañana, la mujer de Juan Carlos I ha salido a navegar y era inmortalizada en alta mar mientras se disputa el último día de regatas, en las que compite un año más su hijo, el monarca, a bordo del Aifos.
Relajada y sonriente, la suegra de doña Letizia lucía ropa cómoda y ligera en este día de calor y altas temperaturas, con camisa azul oscura y pantalón blanco en su estilismo para la ocasión. Desde su embarcación, no quitaba ojo de las evoluciones del soberano y su tripulación en la 42º edición de la Copa del Rey MAPFRE de vela, que toca a su fin y en apenas unas horas celebrará su gala de premios para los vencedores.
Como decíamos, la reina Sofía tuvo años atrás una presencia activa en este evento, y muestra de ello son las numerosas imágenes del pasado que hay en la hemeroteca. Escenas que corresponden sobre todo a la época entre el 2003 y el 2011, donde incluso se rodeaba en la embarcación de sus nietos cuando estos eran pequeños.
Entre esas instantáneas, encontramos algunas verdaderamente entrañables, como la que sale muy cariñosa jugueteando con la princesa Leonor en sus brazos, sienta esta un bebé de nueve meses. Todo ello en la cubierta de un yate frente a la tierna sonrisa de su nuera, en agosto de 2006.
La aparición de doña Sofía en Mallorca tiene lugar dos días después de haber viajado hasta Grecia para acudir al funeral de su tío abuelo, el príncipe Miguel, quien murió el pasado domingo a los 85 años. El último adiós al también escritor e historiador se desarrolló en la iglesia de los Santos Teodoro del Primer Cementerio, en Atenas, y después se llevó a cabo el entierro en Tatoi donde descansan sus antepasados.
La madre de Felipe VI, de riguroso luto, quiso entonces arropar a su cuñada, la reina Ana María, y a sus sobrinos. La Reina se desplazó a su país natal en compañía de su hermana, la princesa Irene, procedente de Palma, donde ya ha vuelto para retomar su agenda de actividades. En este sentido, el pasado lunes estuvo junto a los reyes Felipe y Letizia en la recepción ofrecida a las autoridades y a una representación de la sociedad balear en el Palacio de Marivent.