Los reyes Felipe y Letizia han asistido a la cena de gala ofrecida por el Comité Olímpico Internacional (COI) en el Museo del Louvre, con motivo de la apertura de los Juegos de París 2024. Cita muy especial celebrada en uno de los lugares más emblemáticos de la capital francesa, donde estaban acompañados por numerosos dignatarios internacionales y representantes de otras casas reales europeas.
Programada para las 19:30 horas, se trataba de la segunda gran cita que el monarca y su mujer acometían este jueves dentro de su agenda oficial en la Ciudad de la Luz, tras la recepción a nuestros deportistas que se produjo justo antes -a las seis de la tarde- en la embajada española. Precisamente, este hecho ha provocado que veamos a doña Letizia con el mismo y elegantísimo look de la firma Dior que ha lucido durante la jornada.
En esta ocasión, el soberano y su esposa han podido disfrutar de un ágape junto a homólogos suyos como son Alberto y Charlene de Mónaco, Federico y Mary de Dinamarca, Felipe y Matilde de Bélgica, los Grandes Duques de Luxemburgo o Guillermo de los Países Bajos, este último sin la compañía de su esposa, la reina Máxima.
Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), ejercía de anfitrión junto a su mujer Claudia Bach para recibir a sus invitados. Una a una, ha ido recibiendo a todas las personalidades y posando junto a ellas sobre la alfombra roja a la entrada de la histórica pinacoteca. Entre ellos, hemos visto también al presidente francés Emmanuel Macron con su esposa Brigitte, así como a su antecesor en el cargo François Hollande junto a su pareja Julie Gayet.
Un marco espectacular e incomparable engalanado para la ocasión bajo la célebre pirámide de cristal del museo, a su vez blindado con un gran dispositivo de seguridad ya que se contaba con la presencia de -al menos- un centenar de jefes de Estado y de Gobierno llegados de distintas partes del mundo. Vestidos de etiqueta, todos ellos han degustado un menú diseñado por Alain Ducasse, el chef con más estrellas Michelin del mundo -nada menos que 20-.
El prestigioso cocinero galo de 67 años, una eminencia en el universo gastronómico a nivel internacional, posee hasta trece restaurantes repartidos en países como Francia, Reino Unido, Japón o Tailandia. Además, fue responsable en su día de elaborar los platos que se sirvieron en la boda real de los príncipes Alberto y Charlene de Mónaco celebrada en 2011. Esta vez, dejaba su sello sobre las largas mesas decoradas con velas y todo lujo de detalles que se habían colocado para los comensales.
Ha sido esta una cena convertida en una cumbre al más alto nivel donde los reyes Felipe y Letizia ponían punto final a sus compromisos del día, para después irse a descansar con la mirada puesta en el intenso viernes que los espera. En esta fecha tan señalada del 26 de julio, acudirán primero a la recepción ofrecida en el Palacio del Elíseo, y posteriormente presenciarán la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos desde la plaza de Trocadero.