Heredó una corona "dañada" y tuvo que dar respuesta a extraordinarios desafíos, pero el Rey ha conseguido salvar la imagen de la Monarquía y enderezar el rumbo de la institución.
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Diez años después de su proclamación, ya no es un proyecto, es un resultado, y si había dudas, han quedado resueltas a golpe de titulares favorables. El Rey saca la nota más alta desde su llegada al trono y solo tiene un "rival" en popularidad: su querida hija Leonor.
"Procuro hacerlo lo mejor posible, dedicarle esfuerzo y ganas y transmitir esos valores a la princesa Leonor y la infanta Sofía junto con la Reina"
Las celebraciones de su décimo aniversario como soberano sacaron a la luz los esfuerzos realizados para cumplir lo prometido, sirvieron para renovar su compromiso con la Constitución, la unidad de los españoles y el deber, que está por encima de todo, aunque haya "costes personales". Asimismo, los actos del 19 de junio sirvieron también para mostrarnos que, en esta Monarquía, también mandan las emociones, la autenticidad y naturalidad.
Cuatro para cuatro, unidísimos, compartiendo confidencias, miradas, risas, cercanía, mostrando ese lado menos visto de la Familia Real, que nos ha acercado más a la figura de Felipe VI, un Rey entregado, agradecido y emocionado con sus hijas. La princesa de Asturias, recién llegada de Zaragoza, donde finalizó oficialmente ese mismo día su formación en la Academia General Militar, y la infanta Sofía, procedente de Gales, donde acaba de terminar primero de bachillerato.
Las celebraciones, llenas de sorpresas, novedades y momentos emotivos, mostraron al mundo el Palacio Real, el más grande y bonito de Europa occidental
De no soltar la mano de sus padres aquel 19 de junio, cuando tenían ocho y siete años, y llevar vestidos iguales en diferente color (rosa y azul), a dos jóvenes en los últimos años de adolescencia entregadas a la Corona y al servicio de todos los españoles en la que es ya una nueva era para la Familia Real. Otro tiempo nuevo en el que se adentraron durante la histórica e inolvidable jornada del X aniversario. Casi doce horas, con un descanso intermedio y un cambio de ropa.
El balcón del salón del trono
Eran las 11:20 cuando los cuatro llegaban en dos Rolls-Royce de época al Palacio Real, el marco central de las celebraciones, al tiempo que la banda de música de la Guardia Real interpretaba el Himno Nacional. Diez minutos después, los Reyes y sus hijas aparecían en el balcón del salón del Trono, que había sido adornado con un repostero con el escudo de España y da a la plaza de la Armería. Entre "¡vivas!" al Rey, arrancaron las celebraciones con la aparición de seis aviones de la Patrulla Águila sobrevolando el Palacio Real y pintando en el cielo de Madrid la bandera de España.
El Rey, que dijo que afronta "las cosas como vienen, poniéndole ganas y trabajo", saca la nota más alta desde su llegada al trono y solo tiene un "rival" en popularidad: su querida hija Leonor
Y, a continuación, comenzó el relevo solemne de la Guardia Real, que es una escenificación del que se realizaba a diario en tiempos de Alfonso XII y Alfonso XIII.
En la ceremonia participaron 359 guardias reales, 86 caballos (59 del Escuadrón de Escolta Real y 27 de la Batería Real) y secciones de los tres Ejércitos y de la Guardia Civil, todos ellos vestidos con uniformes históricos. Y fue Felipe VI el encargado de ir explicando a sus hijas la evolución del relevo, mientras la Reina, de pie o sentada en una banqueta —sigue recuperándose de la fractura en la falange proximal del dedo central derecho—, señalaba lo que quería que su familia viera para que no se perdieran nada.
El Rey condecoró a 19 ciudadanos anónimos que ayudan a construir una España mejor, reunió a los poderes del Estado, hizo balance del reinado y ofreció un almuerzo
Doña Letizia recuperó para el gran día el conjunto de seda en color azul, de Maksu, que llevó a los Premios Mariano de Cavia. Completó su estilismo con unos pendientes de lágrima sapphire y champán, de la marca zaragozana Sibela Studio, en un guiño a la princesa y a su primer año de formación militar, y unas sandalias planas de tiras doradas, de Aquazzura, que dejaban a la vista sus dedos vendados (sindactilia terapéutica). La infanta Sofía siguió los pasos de su madre y también recicló estilismo. En su caso, el mono con detalles cut-out, de la firma Cardié Moda, que llevó en el concierto de los Premios Princesa de Asturias 2023. En cuanto a Leonor, siempre en posición firme, fue la única que estrenó modelo en los actos de la mañana: un traje de chaqueta y pantalón de Roberto Verino. La heredera ha hecho suyo el rojo que tanto gusta a la Reina, incluso en las joyas, al coger prestados a su madre unos pendientes de Gold & Roses en oro, diamantes y rubíes, y un anillo de la misma colección que no habíamos visto antes. Aunque lo que más llamó la atención fue el lazo que llevaba en la solapa con la miniatura del vellocino, símbolo de la Insigne Orden del Toisón, que perteneció a su bisabuelo don Juan.
La Monarquía española no es muy de balcón, a diferencia de la inglesa, la danesa, la sueca, la noruega o la de Países Bajos, que al menos una vez al año se "asoman" a la calle desde los miradores de sus palacios. Nuestra Casa Real mide tanto sus apariciones que se cuentan con los dedos de una mano las veces que el Rey ha salido a saludar desde hace casi 50 años. La primera, el 27 de noviembre de 1975, cinco días después de que don Juan Carlos fuera proclamado Rey; la segunda, en 1982, durante la visita del Papa Juan Pablo II; la tercera, como recién casado, junto a doña Letizia (mayo de 2004); la cuarta, en su proclamación (junio de 2014), y la quinta, ahora, en el aniversario de su reinado, y además por partida doble. Inesperadamente, y repitiendo la escena del día de la proclamación, la Familia Real también salió al balcón de la plaza de Oriente para saludar a la ciudadanía que les aclamaba en su día histórico.
El Rey agradeció "el gran apoyo de la Reina", así como el de sus hijas, que "han empezado a vivir y comprender" las complejas dinámicas del mundo
Mérito y anonimato
Acto seguido, tuvo lugar el besamanos y, después, todos se dirigieron al salón de Columnas de palacio, donde Felipe VI reconoció con la Orden del Mérito Civil a 19 ciudadanos anónimos "ejemplares". Personas —nueve mujeres y diez hombres— de las 17 comunidades y de las dos ciudades autónomas con edades comprendidas entre los 35 años y los 89, que, con su compromiso y su generosidad, contribuyen a construir una España mejor.
Cuatro para cuatro en un día histórico: muy unidos, compartiendo confidencias, miradas, risas y cercanía, en un día marcado por las emociones, la autenticidad y naturalidad
Tras el Himno Nacional, interpretado por el cuarteto Arríalo Banco de España de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, tomó la palabra Emilio Buale, actor español de origen guineano —llegó a estar nominado a los Goya—, que ahora ejerce como bombero. Un maestro de ceremonias inesperado para glosar a los galardonados. Entre ellos, el sacerdote Vicente Berenguer Llopis, quien ha promovido la escolarización de más de 60.000 niños en Mozambique; el gaitero Xosé Luis Foxo, que lleva décadas enseñando a tocar este instrumento a jóvenes; la presidenta ejecutiva del Grupo AgroMallorca, Isabel Vicens; María Esther Cubo, que investiga la enfermedad de Huntington; la nutricionista Gemma Salvador… Todos profesionales que trabajan por la integración —como Abdelkader Chaib Haddu—, la educación, la cultura, la sanidad, la innovación y la investigación, el voluntariado, la sostenibilidad, la agricultura, el turismo, la construcción sostenible... Todos reconocidos con la Orden del Mérito Civil, que fue creada en 1926 por el Rey Alfonso XIII para premiar "las virtudes cívicas de los funcionarios al servicio del Estado, así como los servicios extraordinarios de los ciudadanos españoles y extranjeros en el bien de la nación".
El rey hace balance
"En un día que es muy especial para la Corona", Felipe VI comenzó su discurso felicitando a los ciudadanos condecorados y agradeciéndoles su ejemplo. Se refirió a continuación a esta década, que, como él mismo indicó, "ante la historia no es un periodo extenso", pero en términos personales le sirve para "hacer balance con serenidad y perspectiva". Y recordó también que "a la Constitución y a sus valores me he ceñido y me ceñiré siempre. Son guía para el ejercicio de mis funciones. Fue —y es— el compromiso de un Rey constitucional, que trasciende la exigencia del deber". "Hoy, me reafirmo con entusiasmo y determinación en aquel compromiso que ha permeado cada gesto y cada palabra en la década transcurrida».
El apoyo de la reina y sus hijas
Seguidamente, Felipe VI defendió "la importancia de ser coherente con los compromisos asumidos", que "implica esforzarse en escuchar, en discernir lo que es correcto de lo que no lo es y en actuar de forma responsable, asumiendo incluso el coste personal que ello pueda conllevar". Asimismo, agradeció "el gran apoyo de la Reina" y "su sensibilidad y contribución a la visibilidad y atención a las necesidades de las personas, especialmente las más vulnerables". Así como el "creciente apoyo" de la princesa Leonor y la infanta Sofía, que "han empezado a vivir y comprender, con necesario espíritu crítico y afán de aprendizaje", al igual que los jóvenes de su generación, "las realidades de nuestra vida colectiva y las complejas dinámicas del mundo".
Continuó el Rey explicando el lema elegido para la celebración del aniversario. Tres palabras sobre las que sostiene su reinado: servicio, compromiso y deber. Servicio "para afrontar los retos y dificultades de nuestra sociedad". Compromiso "con nuestra Constitución, con los valores que sustentan nuestra convivencia democrática y con los principios éticos y morales que consideramos universales y que tiene continuidad en la princesa de Asturias". Y deber para "actuar siempre del modo más correcto y cumplir las obligaciones de manera íntegra y ejemplar".
Leonor y Sofía dieron al Rey la gran sorpresa del día compinchadas con la Reina: "Mamá, papá, majestades. Perdón por colarnos, pero también tenemos algo que decir hoy"
Finalizando la intervención, volvió a dar el protagonismo a los condecorados, recordando que "la Corona se debe a la sociedad española", de la que "estoy orgulloso" y a la que "me honro en representar y servir".
Otra novedad
Concluida la primera parte de los actos, los Reyes y sus invitados se trasladaron al comedor de gala, donde tuvo lugar el almuerzo, que fue elaborado por María José San Román Pérez. Un menú especial que incluyó terciopelo de remolacha con binzas de tomate y bogavante; bonito en escabeche al vinagre balsámico de moscatel con algas frescas, y milhojas de chocolate con turrón de Jijona. Todo ello regado con vino blanco, tinto y cava.
La etiqueta fue de "mesa imperial" para unos 120 invitados, pero con otra novedad. Condecorados, familiares y representantes de las instituciones del Estado se sentaron intercalados, con los Reyes en el centro (uno en frente del otro) y sus hijas en los extremos. El propio Rey lo explicó en el inicio el brindis. Es una distribución "original y distinta". La idea es "mezclarnos un poco más y conoceros mejor". Después, continuó agradeciendo "todas las muestras de apoyo y cariño que hemos recibido", y finalizó brindado "por los 19 hombres y mujeres que hoy honramos. Y también por vuestras familias y por todos los españoles que se ven reflejados en vosotros. Brindemos por lo que hacéis, por cómo lo hacéis y todos juntos por España".
La sorpresa: el brindis más emotivo
Tras los aplausos al Rey llegó la gran sorpresa del día, al toque de un "ya, ahora" pronunciado en silencio por la Reina, que estaba compinchada con sus hijas. Provocando un desconcierto de segundos, la princesa de Asturias y la infanta Sofía se levantaron de sus asientos y se dirigieron al centro del comedor, donde se había colocado un pie de micro.
Como la mayoría de los invitados seguían hablando, dando por hecho que el almuerzo había empezado, doña Letizia pidió silencio golpeando la copa con una cucharilla, mientras la heredera al trono abría el mensaje en su móvil y lo apoyaba en su cartera de mano.
"Fue muy emocionante, me gustó", dijo después el Rey y añadió con sentido del humor: "Estaba un poquito preocupado, a ver si iban a hacer alguna trastada"
"Mamá, papá, majestades. Perdón por colarnos, pero nosotras también tenemos algo que decir hoy", expresó la heredera al trono, mientras las cámaras enfocaban al Rey, que estaba realmente sorprendido y era el único de la familia que no sabía qué estaba pasando. "Gracias por acompañarnos para recordar que en estos diez años hemos aprendido de nuestros padres lo que significa el compromiso que los cuatro tenemos con todos los españoles", añadió Sofía, dando de nuevo el relevo a Leonor, mientras al Rey se le veía cada vez más emocionado. "Ahora me gustaría que se unieran a nosotras en un brindis por nuestra madre y nuestro padre, por nuestros Reyes, porque desde que nacimos nos han enseñado el valor de esta institución, de la Corona, su utilidad para nuestra sociedad y su propósito de servir a todos".
"Mamá, papá, gracias", concluyó la infanta entre aplausos, mientras Felipe VI levantaba su copa para el brindis, guiñaba el ojo a sus hijas y decía: "Para darme un beso tenéis que dar toda la vuelta a la mesa. Mejor así…", y les lanzó uno al aire. Pero Leonor y Sofía no le hicieron caso y fueron a su encuentro para darle uno de verdad.
Las pistas que nos dejaron
No es fácil ver a un Rey casi al borde las lágrimas, salirse de su papel, recibir una sorpresa en un acto institucional… y todavía quedaba una segunda parte. La opinión de Felipe VI, que conocimos dos días después en el Congreso de los Diputados, donde entregó el Premio 15 de junio al que fuera presidente del Tribunal Constitucional Pedro Cruz: "Fue muy emocionante, me gustó", le dijo a la prensa, y añadió con sentido del humor: "Estaba un poquito preocupado, a ver si iban a hacer alguna trastada".
La Reina y sus hijas hicieron posible un momento único en una fecha tan especial que resume en avance la hoja de ruta para esta nueva era del reinado —más naturalidad, más cercanía, más emoción— y que también nos dio otras dos pistas.
Por un lado, la seguridad de Sofía y su buena dicción. La infanta dejó claro que también está preparada para tomar la palabra, que ha trabajado el miedo escénico en casa y también, gracias al micrófono "delator", que no quedó muy satisfecha con algo. "¡Qué desastre!", le dijo a su hermana al oído en plena intervención.
Y por otro, que el haber puesto el "mamá" por delante indica un cambio en la tradición, en la comunicación y visibiliza la defensa de la igualdad de género que siempre ha hecho Felipe VI.
La infanta Sofía dejó claro que también está preparada para tomar la palabra, que ha trabajado el miedo escénico en casa y cómo comunicar mejor
El Rey es el Rey, pero doña Letizia, que se ha volcado en la educación de la princesa de Asturias y la infanta Sofía, es un pilar fundamental en sus vidas. Leonor añadió el apellido Ortiz al Borbón en su uniforme militar y, ahora, las dos hermanas suman un gesto más hacia doña Letizia, así como a los nuevos tiempos.
El Rey les devuelve la sorpresa
Horas después, a las 20:15, la princesa de Asturias y la infanta retomaban la agenda del décimo aniversario visitando la Galería de las Colecciones Reales, en el complejo monumental del Palacio Real. Un museo de 40.000 metros cuadrados con más de 650 piezas que representan la riqueza de las Colecciones Reales y están firmadas por los mejores artesanos y artistas de cada época. Entre ellos, Velázquez, Caravaggio, Goya o Luisa Roldán, la primera mujer escultura de la corte española (XVII).
Los Reyes acudieron por sorpresa a la Galería de las Colecciones Reales, donde sus hijas reaparecieron en solitario, y con nuevos looks, junto a otros jóvenes españoles
Allí las esperaban 40 jóvenes de entre 17 y 20 años que han participado (y ganado) en los últimos diez años el concurso "¿Qué es un Rey para ti?", y la escritora María Dueñas. En un aniversario tan especial, tampoco podía faltar un guiño a los jóvenes ni a la literatura. La autora de la famosa novela El tiempo entre costuras, que tiene su continuación en Sira, ejerció de guía junto al personal de patrimonio en un viaje por cinco siglos de historia. Y justo cuando contemplaban un cuadro de Carlos III, el monarca preferido de Felipe VI, aparecían los Reyes de manera inesperada. Doña Letizia, pidiendo complicidad al llevarse el dedo a la boca en gesto de silencio. Y Felipe VI, también muy sonriente, devolviéndoles la sorpresa de la mañana.
Un violinista en el balcón
Pero no sería la última. Sobre las 22:40 de la noche, los cuatro se presentaban en la plaza de Oriente para ser testigos de la actuación del violinista Ara Malikian, quien interpretó desde uno de los miradores de palacio Capriccio de Corazón para L & F 10. Una pieza inédita compuesta por él para la ocasión.
La histórica jornada concluyó con los Reyes a pie de calle, la proyección de un videomapping sobre la fachada de palacio y la actuación del violinista Ara Malikian desde uno de los balcones
Habían saludado desde el balcón por la mañana, pero les faltaba "pisar" la calle y encontrarse con la ciudadanía en la que fue una aparición estelar respaldada por ovaciones, "¡Viva el Rey!" y "¡Viva España!", antes de dar por concluidas las celebraciones.
Cientos de personas se habían dado cita en la plaza a las 21:15 para compartir el aniversario y disfrutar del concierto de la Unidad de Música de la Guardia Real. La banda, dirigida por el coronel músico don Fernando Lizana, interpretó piezas como El viejo almirante; Al príncipe o princesa de Asturias, de Francisco Grau; pop español en concierto, y la Obertura Rey Felipe VI, compuesta para el aniversario por el galardonado Óscar Navarro, que incluye un guiño a Asturias, a la Reina y a la princesa Leonor.
El concierto finalizó con la marcha militar "Décimo aniversario de un reinado", y la histórica jornada, con la proyección de un espectáculo de videomapping sobre la fachada de palacio, que los Reyes y sus hijas presenciaron también desde la plaza. Sofía cogida del brazo de Felipe VI. Y Leonor, que cada vez tiene más gestos protectores con doña Letizia, buscando también el refugio seguro en su madre, una Reina que sigue estando pendiente de todo.
Casi doce horas después del inicio de las celebraciones, los Reyes y sus hijas reaparecieron en la plaza de Oriente, donde sorprendieron a cientos de ciudadanos
Una imagen diferente y poderosa al filo de la medianoche, los cuatro muy juntos —"Una familia fabulosa", tituló el Daily Mail—, en la plaza, con los ojos puestos en el Palacio Real. Y una mirada al pasado, a los diez años que han vivido, y otra al presente y al futuro, que pasa por enraizar los logros conseguidos y por la continuidad dinástica, que personifica la princesa Leonor.
La muestra de imágenes fue el complemento de la exposición Felipe VI 2014-2024. Una década de la historia de la Corona de España, que los Reyes, ya en solitario, inauguraron al día siguiente.
Cuenta en instagram
Asimismo, la mañana del 20 de junio, un día después del décimo aniversario, Zarzuela abría cuenta de Instagram: @casareal.es. y activaba las historias destacadas del Rey, la Reina, la princesa Leonor, la infanta Sofía y la Reina Sofía.
Sofía no se separó del Rey Felipe VI, al que le encanta coger del brazo, y Leonor de la Reina, con la que cada vez tiene más gestos protectores
A diferencia de otras Monarquías, la española solo tenía cuenta en X y YouTube, y este tercer perfil en las redes sociales se ve como una clara apuesta por llegar también a las nuevas generaciones, ahora que sus hijas tienen cada vez más presencia en la vida institucional.
La nueva página quedó inaugurada con una galería de imágenes y un vídeo de los actos conmemorativos del X aniversario, acompañados por el siguiente texto: "Servicio, compromiso y deber, los tres pilares de mi desempeño como Rey. Una década después, renovamos nuestro compromiso con la defensa de los valores constitucionales y al servicio de los españoles; ese ha sido, es y será siempre nuestro deber. Gracias a todos por acompañarnos en un día tan especial".
Esa misma noche, en el especial Felipe VI, 10 años, de TVE, también se emitían las declaraciones que hizo a Informe semanal el pasado 12 de junio, en Villafranca del Bierzo. Sobre la valoración que los españoles hacen de su reinado, el Rey dijo que "cada uno es libre de pensar como quiera… En una democracia hay "opiniones para todos los gustos". "Y lo importante es que puedan expresar lo que sienten y valorar objetivamente un trabajo que se hace con todas las ganas y con toda la ilusión y con toda la vocación de servicio público".
Asimismo, y de su labor al frente de la Corona en esta década llena de retos, Felipe VI aseguró: "Creo que hay que afrontar las cosas como vienen, poniéndole ganas, poniéndole trabajo". "Procuro hacerlo lo mejor posible, dedicarle esfuerzo y ganas y transmitir esos valores a la princesa Leonor y a la infanta Sofía junto con la Reina".