Desde que la reina Sofía ingresase el pasado martes en la clínica Rúber de Madrid a causa de una infección urinaria, el goteo de visitas ha sido incesante. Su hermana Irene de Grecia, a la que se encuentra muy unida, ha llegado en torno a las 17.30 de la tarde al hospital con gafas de sol y acompañada de una mujer. A lo largo del día de hoy, miembros del equipo de seguridad de la madre de Rey han estado trasladando del hospital, previsablemente a su domicilio, las flores y detalles que le han hecho llegar durante estos tres días.
La ajetreada agenda de la reina Sofía antes de su ingreso hospitalario
A la salida, Irene de Grecia mostraba una tranquilizadora sonrisa y abandonaba el hospital en un vehículo después de la breve visita. La Princesa helena es uno de los grandes apoyos de doña Sofía. La última vez que las vimos en público fue en Semana Santa que, como de costumbre la disfrutaron juntas. Este año, además, las fiestas de Pascua se presentaron viajeras para ellas que arrancaron con el tradicional concierto benéfico de Projecte Home en Palma de Mallorca, siguieron en Málaga donde presenciaron el desembarco de la legión y finalizaron en Madrid. Allí la mujer del rey Juan Carlos recibió la medalla del Cristo de los Alabarderos en un acto en el que también fue acompañada de la infanta Cristina y el que coincidió con Simoneta Gómez-Acebo.
Tanto el rey Felipe como la infanta Elena han ido varias veces a visitar a su madre. En la tarde de ayer jueves el monarca confirmó que su madre se encuentra bien y que está deseando que le den alta, aunque se desconoce cuándo podrá ser. "Con calma", decía su hijo con tranquilidad y una ligera sonrisa. Por el momento la única información que ha dado la Casa Real sobre su estado de salud ha sido el mismo día de su ingreso, cuando comunicaron que "la evolución está siendo muy rápida y favorable".
Es la primera vez en cinco décadas que la reina Sofía debe ser hospitalizada. La última vez fue el 30 de enero de 1968 para dar a luz a su hijo pequeño. A sus 85 años mantiene una agenda activa e intensa y goza de una extraordinaria salud. Tal y como contó la revista ¡HOLA!, la reina siempre ha cuidado su alimentación con buenos hábitos. Antes esquiaba, montaba a caballo, jugaba al tenis y en su juventud llegó a ser miembro de reserva del equipo griego de vela en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960.