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Un mes después del fallecimiento de Fernando Gómez-Acebo a los 49 años, sus allegados le han recordado en una misa funeral celebrada la tarde de este lunes en la iglesia del Sacramento, conocida además como iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas (Madrid). El homenaje ha estado encabezado por el rey Felipe, quien ha llegado al templo acompañado de la reina Letizia para recordar a su primo hermano, conocido cariñosamente en su entorno más cercano como Coco. También han estado presentes otros seres queridos como don Juan Carlos y doña Sofía, la infanta Cristina y la infanta Elena con sus dos hijos, Felipe y Victoria de Marichalar.
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Fernando tenía una relación muy estrecha con sus hermanos mayores: Simoneta, Juan, Bruno y Beltrán Gómez-Acebo. Los hijos de los duques de Badajoz, acompañados por sus parejas e hijos, han recibido con gran cariño a los cuatro Reyes, que han compartido banco en la misa y a los que han saludado entre abrazos a las puertas del templo, al igual que a las infantas y a Felipe y Victoria de Marichalar. "Estamos super agradecidos de tenerlos a todos cerca y nos ha emocionado mucho", ha dicho Bruno, que ha recordado al menor de la familia como "un ser alegre que contagiaba felicidad y con una alegría natural".
También en el momento de los recibimientos estaba presente Nadia Halamandari, viuda de Fernando y madre de Nicolás, su único hijo, que tiene ocho años y no ha faltado al funeral. Esas muestras de afecto familiares se han repetido al finalizar la misa, oficiada por el arzobispo castrense, Monseñor Juan Antonio Aznarez Cobo, y con la presencia de nueve sacerdotes entre los que se encontraban Luis de Lezama y Serafín Sedano Gutiérrez, ambos cercanos a la Casa Real. Durante la liturgia un coro ha cantado en directo la Marcha Real y El novio de la muerte. "Ha sido una misa muy bonita, preciosa", ha dicho Simoneta, cuya voz se ha quebrado al preguntarle cómo recordará a su hermano pequeño.
-Familiares y amigos despiden a Fernando Gómez Acebo en un funeral en Madrid
-Nadia Halamandari, viuda de Fernando Gómez-Acebo, y su hijo Nicolás le recuerdan en su misa funeral
Doña Letizia, que ha llevado un broche de perlas que perteneció a la reina María Cristina, ha llegado a la iglesia caminando junto a don Felipe mientras los curiosos gritaban vivas al Rey. Se ha mostrado muy afectuosa con Simoneta. Tras saludarse con dos besos, durante varios segundos se han quedado con las manos agarradas para después abrazarse por la espalda. Los Reyes también han estado muy pendientes de Nicolás, que estaba justo en la puerta del templo con su madre. Ya finalizado el funeral, han abandonado la iglesia con el paraguas en la mano porque en la capital comenzaba una tormenta, pero antes han estado hablando con don Juan Carlos.
Juan Carlos I y doña Sofía han llegado con la infanta Cristina, los tres en el mismo coche. El anterior jefe del Estado ha estado varios minutos saludando a sus cuatro sobrinos en la explanada que hay rodeando al templo. Primero a Bruno, que ha hecho una de las lecturas, luego a Beltrán, después a Simoneta y finalmente a Juan. Antes de acceder, se le ha visto charlando con la Reina. La primera de los Borbón y Grecia en llegar ha sido la infanta Elena, acompañada de sus hijos. Los tres han estado bastante tiempo hablando de forma distendida con sus primos tanto a la entrada como a la salida.
Los Gómez-Acebo cuentan en estos complicados momentos con el apoyo de otros miembros de la familia más cercana como la infanta Margarita, el doctor Carlos Zurita y sus dos hijos, Alfonso y María. Esta última decía que su primo se ha ido "demasiado pronto, demasiado joven" y lo definía como "un ser de luz, lleno de alegría y de bondad". También ha participado en la misa Laura Ponte, exmujer de Beltrán.
Simoneta, que ha llegado junto a dos de sus tres hijos, María de las Mercedes y Pablo Fernández-Sastrón (nacidos durante su matrimonio con José Miguel Fernández-Sastrón, también presente), ha estado inicialmente a las puertas del templo saludando a algunos miembros de la iglesia y a los asistentes que tanto apoyo están dando a la familia en este duro trance. Entre ellos, Carla Royo-Villanova con su hijo Mirko, Cristina de Borbón-Dos Sicilias con Pedro López-Quesada, Pedro de Orleans, Piru Urquijo y Teresa de Borbón-Dos Sicilias, prima de don Juan Carlos y las infantas Pilar y Margarita, quien ha llegado con su hija Beatriz Moreno y Borbón. Es la primera aparición de la familia directa de Teresa Urquijo tras su enlace con el alcalde de Madrid.
También numerosos amigos se han sumado a este funeral al que los primeros invitados han llegado alrededor de las 17:00 horas en medio de una gran expectación. Y es que desde primera hora de la tarde muchos curiosos se agolpaban en las inmediaciones del templo para ver a los asistentes, entre los que se encontraban Eugenia Martínez de Irujo, Paloma Cuevas, Ana Gamazo, Fiona Ferrer, Paloma Segrelles, Alberto Ruiz Gallardón con María del Mar Utrera, Luis Alfonso de Borbón y el matrimonio formado por Pedro Trapote y Begoña García-Vaquero. "Una pena tremenda porque le teníamos mucho cariño", han dicho estos últimos.
El rey Felipe estaba muy unido a su primo hermano, con el que compartió muchas jornadas de navegación durante los veranos que pasaban juntos en Mallorca. Estuvo muy pendientes de las novedades de su ingreso y se pudo despedir personalmente de él en el hospital cuando se supo que ya no se podía haber nada más. También al centro sanitario acudió la reina Sofía. Los Reyes estuvieron en la capilla ardiente, que tuvo lugar en el tanatorio de La Paz. En solitario, el monarca formó parte del último adiós a Fernando, celebrado en el cementerio Sacramental de San Isidro.
Don Juan Carlos llegó a Madrid el viernes procedente de Abu Dabi, donde tiene fijada su residencia desde agosto de 2020. El sábado estuvo presente en la boda del alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida con Teresa Urquijo. Al enlace acudió con las infantas Elena y Cristina y con tres de sus nietos, Felipe y Victoria de Marichalar y Juan Urdangarin. A la celebración posterior, en la finca El Canto de la Cruz, se unió doña Sofía. En esta segunda parte también estuvo presente Simoneta Gómez-Acebo, quien ahora recuerda a su hermano menor apoyada de toda la familia.
La historia de la iglesia y el vínculo con la Familia Real
La iglesia, ubicada en el Madrid de los Austrias (frente al Palacio de los Consejos, a escasos metros del Palacio Real), fue declarada Monumento Artístico Nacional. Cristóbal de Sandoval y Rojas, duque de Uceda y primer ministro de Felipe II la mandó construir en 1615 y la diseñó ese mismo año el arquitecto Juan Gómez Mora pero las obras no comenzaron hasta medio siglo después y acabaron en 1744. En su interior alberga piezas históricas como el cuadro de San Benito y San Bernardo que pertenece a Gregorio Ferro, pintor de cámara de Carlos III, y se ubica en el retablo central. Desde 1979, cuando fue comprada por el Ministerio de Defensa, alberga la iglesia Arzobispal Castrense de la I Región Militar.
Una de las imágenes que hay en el templo es el Cristo de los Alabarderos, que salió el Viernes Santo en procesión con la reina Sofía entre los asistentes. La madre de Felipe VI, acompañada de la infanta Cristina y de Irene de Grecia, fue la encargada de tocar la campana, señal con la que comienza a levantarse el trono para iniciar el recorrido por las calles de Madrid. Recibió además la medalla de la cofradía durante un acto celebrado en el Palacio Real, donde también vimos a Simoneta Gómez-Acebo. La gran ausente fue doña Elena, duquesa de Lugo, que es Hermana Mayor Honorífica de la hermandad.
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