Las infantas Elena y Cristina, inseparables: sus primeros planes juntas

Tras su divorcio de Iñaki Urdangarin, la duquesa de Lugo es su mayor apoyo

2 de marzo de 2024 - 9:03 CET2 mar 2024 - 9:03 CET

Son las primeras imágenes de su nueva vida. Después de su divorcio de Iñaki Urdangarin, de todo el dolor que sintió al conocerse, públicamente, la traición de su exmarido -como nos dicen, desde su entorno, “ha sufrido muchísimo”-, la infanta Cristina ahora vuelve a sonreír. Y en este nuevo capítulo, cuenta con el mejor apoyo, el de su hermana, la infanta Elena.

Ella es uno de sus pilares y la que mejor la comprende. Tras su separación de Jaime de Marichalar -en el 2007 anunciaron el el “cese temporal de la convivencia conyugal”-, aseguró que no volvería a pasar por el altar, y así ha sido de momento. La infanta Cristina parece seguir el mismo camino que su hermana: ella es también una mujer muy creyente y de voluntad inquebrantable.

Según nos apuntan fuentes cercanas, está muy bien sola, “ha encontrado la paz” y no quiere oír hablar de novios y, mucho menos, de un nuevo matrimonio. Si bien es cierto que doña Cristina es joven y “puede pasar algo o alguien”, de momento, “cuando le hablan de rehacer su vida, su respuesta es un ‘no’ rotundo”. “No quiere atarse a nadie ni a nada”, nos comentan. “Quiere vivir su libertad”. “Nunca se queja porque fue su decisión aportar todo por un matrimonio que creía indestructible”, y “habla sin rencor ni amargura, pero se nota que ha sufrido. No solo es lo que ha vivido, es también la exposición pública y el juicio durísimo al que fue sometida. Por eso, no siendo ya Familia Real, sino familia del Rey, no se siente cómoda siendo el foco, aunque ha recuperado mucha credibilidad social y cariño”, añaden.

Por eso, el pasado sábado 24 de febrero, no quiso faltar a la boda de Marta Urquijo Barreiros, hija de Gonzalo Urquijo Fernández de Araoz y Marta Barreiros Cotoner, y Joaquín Marcos. Asistió en compañía de la infanta Elena, porque ambas están muy unidas a la familia desde siempre, especialmente a las hermanas Moreno de Borbón —una de ellas, Beatriz, es la madre de la novia— y tampoco se perderán la celebración de Teresa Urquijo y Moreno de Borbón con José Luis Martínez Almeida en la finca ‘El canto de la Cruz’ (en el municipio de Colmenar Viejo), propiedad de los abuelos maternos de la novia, Íñigo Moreno de Arteaga, marqués de Laserna, y Teresa de Borbón y Borbón, princesa de las Dos Sicilias y prima del Rey Juan Carlos.

Cuando eran más jóvenes, las infantas no estaban tan unidas, vivían en ciudades diferentes y tenían visiones distintas de la vida. Todo cambió a raíz de la separación de doña Elena. La duquesa de Lugo encontró entonces todo el apoyo del mundo en su hermana. Y ahora ha sido al revés. Las dos han creado un vínculo extraordinario que recuerda al de doña Sofía y la princesa Irene y al de la princesa Leonor y la infanta Sofía. Se lo pasan fenomenal, hacen planes a todas horas juntas, en familia o con amigos; cantan, bailan, celebran la vida y lo que haga falta.