Será la primera Reina titular desde 1870 -desde Isabel II-, pero sabe bien que el camino al trono conlleva, también, una estricta formación. Y está preparada para cumplir con su destino. El pasado mes de agosto, la princesa Leonor ingresó en la Academia Militar de Zaragoza -fue la primera mujer Borbón en hacerlo-, y, desde entonces, hemos podido verla empuñando el fusil, realizando entrenamientos con el resto de sus compañeros, y luciendo, con mucho orgullo, su uniforme. Sin ir más lejos, ayer, en su primera Pascua Militar , dejó otra imagen para la historia, llevando el uniforme de gala de cadete -que ‘estrenó’ el 12 de octubre en los actos por el Día de la Fiesta Nacional-.
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Aunque, a cada paso, cuenta con el mejor ‘guía’ -su padre, el rey Felipe VI-, la princesa tiene una preceptora que ‘vela’ por ella, Margarita Pardo de Santayana.
La teniente coronel de Artillería, diplomada de Estado Mayor y piloto de helicópteros, ha participado en países como Mali o Afganistán. Fue la primera mujer que asumió el cargo de la Jefatura de un Batallón de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra; y es una de las pioneras que abrió paso a las mujeres dentro de la institución en nuestro país.
Como ella misma desvelaba en el programa El Faro, en la Cadena Ser, siempre tuvo clara su vocación, puesto que creció en una familia de militares -“lo que conoces es lo que te gusta”, comentaba, en los micrófonos de la cadena-.
Ella es el nexo entre la academia y los Reyes, y habrá pasado muchas horas junto a Leonor ante un espejo, perfeccionando saludos y posturas. Estuvo, ambién, a su lado, este verano, cuando la princesa se preparó físicamente para entrar en la academia y la acompaña en Zaragoza varios días a la semana.
En su entorno, que nos confirma que vive a caballo entre Madrid y Zaragoza, la califican de impresionante como mujer, madre (tiene cinco hijos) y militar.