La princesa Leonor cierra un año excepcional de su vida, con la popularidad disparada y resultados brillantes. De su título de bachillerato internacional, que, como avanzó ¡HOLA!, obtuvo en Gales con notas extraordinarias, a las calificaciones conseguidos en la AGM de Zaragoza, donde empezó como dama cadete el 17 de agosto. Otra era que nos está permitiendo descubrir a una heredera al trono ilusionada y dispuesta a cumplir con su destino: ser la primera Reina titular desde 1870, desde Isabel II.
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Ha sido un año de muchos cambios para la princesa de Asturias y de sorpresas para los españoles. De una vida casi a la sombra a un aluvión de momentos históricos reflejados en imágenes en los últimos cinco meses. El más importante, sin duda, la jura de la Carta Magna ante las Cortes Generales, el 31 de octubre, día de su 18 cumpleaños. Tras comprometerse a dar su vida por España con el beso a la bandera en Zaragoza (y verla arrastrada por el barro vestida con uniforme de camuflaje y fusil en mano), Leonor protagonizaba un acto de máxima trascendencia dinástica y constitucional sometiéndose al Derecho en el Congreso, con actitud firme y la mano en el corazón.
Cuando el Rey habla de la princesa de Asturias, dice que “tiene madera”, y cuando se felicita a la Reina por su hija, asegura que “es buena”
La princesa entraba en la historia y se “ajustaba” la corona rumbo al trono al tiempo que veíamos una complicidad asombrosa con el Rey, cómo abrazaba protectora a la Reina y miraba agradecida a su hermana, Sofía, por tanto amor y apoyo… También, lo bien que se lleva con toda su familia —aunque esa parte no se pudo fotografiar—, llamando la atención de algunos de los invitados que asistieron a la recepción que se ofreció por su mayoría de edad en El Pardo. Leonor recibiendo a su abuelo don Juan Carlos con cariño y un “a sus órdenes, majestad”; abrazando a la Reina doña Sofía y a sus abuelos paternos, Paloma y Jesús; recibiendo con besos a sus tías, y prestándose con una gran sonrisa a ser el gran nexo familiar al tiempo que atendía a sus amigos. Otro dato que no teníamos.
La heredera al trono ha pasado de ser la gran desconocida a una figura clave para la Corona en menos de un año. Es la nueva estrella de la Familia Real y estas 18 claves (para sus 18 años) nos desvelan un poco su misterio.
1. “Tiene madera” y es “buena”
“Buena, buena y lista, lista”. Eso decían en palacio de Leonor siendo pequeña y se mantiene. Cuando se felicita a la Reina por su hija, sigue respondiendo “es buena”. Y cuando el Rey habla de su primogénita, usa dos palabras: “tiene madera”. A lo largo de estos años, los Reyes —incluso un poquito asombrados—comentaban a sus allegados que era tan responsable como si supiera dónde iba a nacer. Una vez tras otra, incluso en momentos tan importantes (y difíciles) como el de su primer discurso en los Premios Princesa de Asturias, los sorprendía con su calma y determinación. “Todo irá bien”, decía.
Leonor no tiene miedo a nada. Es valiente, decidida, no se estresa, siempre pone calma cuando hay nervios en la familia y disfruta de todo en la medida de lo posible
2. Valiente y sin agobios
“No tiene miedo a nada”, contaba a ¡HOLA! una persona cercana a palacio hace un año. “Es valiente, decidida, no se agobia”. Leonor no pierde los nervios (a veces, le ha temblado un poco la voz) y disfruta de todo en la medida de lo posible. En casa era casi ley: “que disfruten aprendiendo”, y la heredera lo lleva a gala poniendo ilusión, corazón y empatía. “Es una princesa que respeta, no juzga ni tiene prejuicios; que quiere entender el mundo en el que viven los demás y se pone en la piel del otro”, añade nuestra fuente.
3. Conectada con la realidad
Leonor ha estado muy protegida, pero no ha vivido en un mundo paralelo. Ha crecido en una familia en la que se habla de todo —de la última película a lo caro que está el aceite— y tiene muy presente el mundo real con su diversidad. La Reina ha descubierto a sus hijas la calle, los problemas de los ciudadanos, la tragedia de una enfermedad... Es otra parte de la educación de la que casi no hemos sido testigos, pero que ha llevado a Leonor a sentirse cómoda en cualquier situación. La princesa vive en un mundo lleno de realidades y ha sido educada, en sus propias palabras, en estos valores: “Respeto a los demás, esfuerzo, excelencia, búsqueda del conocimiento, templanza, disciplina, constancia. También, capacidad para percibir la realidad y vivir con el entusiasmo propio de mi edad”.
La princesa Leonor y la infanta Sofía son muy diferentes, pero no pueden estar más unidas y no pasa un día sin que hablen, porque se echan mucho de menos
4. Vínculo con Felipe VI
La complicidad y el vínculo de la princesa con su padre es visible y muy especial. Comparten un destino y Felipe VI es el “jefe” y un padrazo que se muere por sus niñas. El equipo que hacen, la relación que tiene con el Rey de cariño, respeto y admiración es extraordinaria y va a más. De pequeña, era la Reina la que estaba encima indicando el fallo. Ahora, es Felipe VI el que lleva la batuta y no la pierde de vista, aunque confía en ella “plenamente” y está muy orgulloso de “su sentido del deber, de su entrega y de la ilusión con la que afronta su futuro”.
5. Su modelo y el pilar
La misión más importante de la Reina ha sido ayudar al Rey a preparar a la heredera al trono. Siempre fue así. Madre, mujer de Felipe VI y agenda. Ante todo, las necesidades de Leonor y Sofía. Desde la mañana —las despertaba a las siete— a la noche (si no tenía agenda), cuando les leía cuentos o se levantaba de madrugada para atenderlas. Junto a Felipe VI, las ha educado en la responsabilidad y ha fomentado su independencia, su autoestima y el no tener miedo al fracaso, porque hay que experimentar y equivocarse. Juntos, les abrieron los ojos al mundo, les dieron herramientas para que aprendieran a pensar por sí mismas, aunque fue doña Letizia la que planificó sus días al milímetro e impuso más disciplina. La Reina es el pilar —su “mami” para todo—, aunque en público lo que más sobresale ahora es el “equipo” que hacen el Rey y su heredera, que ve en su padre el modelo a seguir, el referente.
De pequeña, era la Reina la que estaba encima y pendiente del fallo; ahora, es el Rey el que lleva la batuta. El que la mira de reojo para asegurarse de que lo hace bien y no pierde detalle de cada paso
6. Maestra en casa
Su trabajo ante las cámaras fue una buena escuela para hablar en público, pero también para ser la maestra de su hija en el arte de comunicar. Leonor recibió clases de expresión oral y dramatización en el colegio, pero doña Letizia fue su gran profesora. Dicción, postura, aplomo, naturalidad y dominio de la escena: mirada, pausa, sonrisa. Tanto es así que en los primeros discursos que dio en los Premios Princesa de Asturias y en los Premios Princesa de Girona también fue para la Reina un examen. Todo salió perfecto y llegaron los aplausos. No solo de la ciudadanía. En casa, los del Rey fueron los primeros: “Es la mejor madre posible”.
7. El futuro
La formación recibida por Felipe VI parecía imbatible, pero la que está recibiendo Leonor no se va a quedar atrás. Más allá de currículum académico y de su paso programado por las academias, la heredera ha tenido acceso desde niña a una educación extraordinaria para poder estar en el futuro a la altura de las exigencias de una sociedad que no se parecerá en nada a la de hoy día cuando llegue al trono. Leonor será una Reina católica en una sociedad descreída y multicultural, con la inteligencia artificial presente en cada detalle cotidiano y millones de ciudadanos deseando poner un pie en las bases de la luna. Es un reto inmenso, pero vive “con emoción” el papel marcado por el destino y no puede estar más ilusionada.
8. Como tía Telma
Leonor es todo tesón y esfuerzo. Una joven que no ha suspendido un examen (hasta ahora). Además de su brillante currículum académico, tiene, al igual que su tía Telma, mucha facilidad para los idiomas. Domina el inglés desde pequeña, sigue estudiando árabe y perfecciona su francés. De hecho, lo habría elegido en la AGM de Zaragoza como asignatura. Desde niña estudia también las lenguas del Estado español —habla bien catalán y maneja el gallego y el euskera— y tiene, además, nociones de chino.
Leonor sabe hacer de todo mal que bien: cocinar, coser, lavar, planchar, limpiar, hacerse un moño o pintarse el ojo, y le ha servido de mucho para el internado y la AGM de Zaragoza
9. Su preceptora
La princesa tiene una preceptora, Margarita Pardo de Santayana, teniente coronel de Artillería, diplomada de Estado Mayor y piloto de helicópteros, que ha participado en misiones en países como Mali o Afganistán. “Vela” por Leonor —habrán pasado muchas horas juntas ante un espejo perfeccionando saludos y posturas— y es el nexo entre la academia y los Reyes. Estuvo a su lado este verano, cuando la princesa se preparó físicamente para entrar en la academia, y la acompaña en Zaragoza varios días a la semana. En su entorno, que nos confirma que vive a caballo entre Madrid y Zaragoza, la califican de impresionante como mujer, madre (tiene cinco hijos) y militar.
10. El club de la amistad
Al igual que Felipe VI, tiene un ojo increíble para elegir a los mejores amigos y un “detector” para saber por qué se le acercan. El valor de la confianza y la lealtad también lo lleva escrito a fuego. Tiene su pandilla —y una mejor amiga a la que conoce desde pequeña— y, cuando está en Madrid, siempre busca la manera de hacer planes juntos. Son sus fieles escuderos. Una lista de jóvenes anónimos que amplió en Gales y ha ido a más en la academia, tal y como pudimos ver en el reportaje que ¡HOLA! publicó en exclusiva recientemente. Leonor con su “pandilla militar”, de tapas en una terraza de Zaragoza, disfrutando de su libertad y comprando hamburguesas a las once de la noche.
Al igual que Felipe VI, tiene un ojo increíble para elegir a los mejores amigos y cuenta con una pandilla de leales con los que le gusta hacer escapadas y ha ido ampliando en la academia
11. Carácter
Leonor es reflexiva y observadora, como el Rey; curiosa y perfeccionista, como la Reina, y también despistadilla, divertida y muy independiente. Sin olvidar su gran sentido del humor, confirmado por su colegio (UWC Atlantic College, de Gales) el mismo día de su graduación, al tiempo que descubrían su “pasión por comprender a los demás”.
12. Pasiones y escapadas
Le encanta la lectura, que es imprescindible para aprender a pensar y “nos hace mejores personas”, como ha escuchado en casa. El cine, (todo). De películas como Barbie a El viaje de Chihiro, de Mizayaki. La música, que siempre está presente. De hecho, toca el violonchelo y falta por ver si el cajón, como Felipe VI. Además, es una apasionada de la astronomía, como el Rey —un plan perfecto es mirar juntos las estrellas—, y tiene pasión por el ballet , como tía Telma, que fue bailarina profesional. Con ella y su abuela ha ido a ver infinidad de funciones. Escapadas que tan pocas veces se han podido fotografiar, pero que siempre han estado a la orden del día. Los cuatro solos, en familia o en un plan de chicas. De palacio a los barrios alternativos y diferentes. De un tren turístico a una granja-escuela; de una caminata por las montañas a una tarde de compras con merienda. De los museos a un concierto; de una sala de cine de barrio al Teatro Real.
13. Curiosidades
Es muy buena en cálculo y le gustan las humanidades y la ciencia y las nuevas tecnologías. Ha hecho cursos de pensamiento computacional y robótica y su asignatura preferida en la academia es la Topografía, aunque también la Cartografía. Maneja redes sociales desde sus perfiles privados —tiene mucha presencia en todas— y sabe que su nombre es uno de los más buscados en Google. En cuanto al día a día, sabe hacer de todo mal que bien: cocinar, coser, lavar, planchar, hacerse un moño o pintarse el ojo. Lo aprendió en casa y le ha servido de mucho para el internado y la AGM de Zaragoza.
Leonor disfruta y saca lo mejor de todo: como heredera al trono, como dama cadete y como una joven que disfruta de su libertad con amigas y le gusta “vivir con el entusiasmo propio de mi edad”
14. Dieta y ejercicio
Le gusta comer sano — alimentación ecológica y sostenible —, pero también “peca”. Lo hemos visto especialmente desde que llegó a Zaragoza. No es muy de dulce, aunque le encantan el chocolate y sus galletas, que prepara ella misma. La Reina tiene un huerto —se plantó cuando llegó a palacio y ha ido creciendo— que los surte de una gran variedad de verduras, hortalizas y legumbres, y tiene como lema una frase recurrente de Theresa Zabell, presidenta de Fundación Ecomar: “Solo hay dos lugares de los que nunca te vas a poder mudar: tu cuerpo y tu planeta, así que más vale que los cuidemos”. Con sus hijas ha sido el ejemplo diario y el crear buenos hábitos. También con el deporte. Las tres tienen sus preferencias, pero cuando están juntas les gusta agendar sus ratitos de ejercicio físico.
15. Fútbol en palacio
El deporte siempre ha estado presente en la vida de la princesa. Los ha practicado casi todos, y en el plano institucional llama la atención su apoyo al fútbol . Siendo una niña, su primera “audiencia” fue con la selección española tras la Copa Mundial de Fútbol, en 2010, en el Palacio Real, y dos años después, volvió a recibir en familia a la selección española tras ganar la Eurocopa. Pero no todo quedó en “casa”. En 2016, acudió al estadio Vicente Calderón con el Rey, y en 2022, en el que fue su primer viaje oficial al extranjero, asistió con Sofía a la Eurocopa femenina de fútbol. Sabemos que a la heredera no se le da muy bien —tampoco destacó el Rey en los deportes de pelota—, que Sofía es una hincha y que los partidos desde el sofá están reñidos.
16. Clases en un taller de moda
Es una princesa concienciada con la sostenibilidad, el medio ambiente y el movimiento verde. En plena pandemia plantó un árbol en un hayedo de la Comunidad de Madrid y no tardaremos en verla de nuevo a la acción, porque hay que “actuar cuanto antes”, suele decir. Ha crecido en un entorno ecológico, los Reyes han dado ejemplo de vida sostenible —una exigencia—. También en su colegio, Santa María de los Rosales, y en Atlantic College, donde limpió la costa de basura y asistió como alumna a un taller de moda sostenible.
17. Feminista
La princesa está realmente comprometida con la mujer y la igualdad de derechos. Le viene de cuna; sus padres, los Reyes, creen en la igualdad total. Pero también con el talento joven, la excelencia y el trabajo en equipo para construir un mundo mejor. Que sea mujer y joven son dos puntos enormes a favor de la Monarquía. El poder femenino nunca ha sido tan grande y Leonor tiene un papel único como futura Reina. También como reclamo para ayudar a los jóvenes a “descubrir” la institución y el por qué es útil.
18. La preferida
Fascina a Europa e incluso China se le ha rendido: Leonor, “la más bella de Europa”. Más allá de nuestras fronteras, es la favorita de la prensa “por su imagen de perfección”, por su papel y la formación que está recibiendo y por su estilo. La princesa tiene un referente en su madre, mezcla ropa de firma con prendas low cost y apuesta por la moda española y la sostenibilidad. Con el ejemplo en casa, no ha arriesgado mucho hasta ahora. Le gustan los vestidos ‘midi’, femeninos, y sus colores favoritos son el azul, el rojo y el rosa, aunque también se apunta a los estampados florales y étnicos.