Don Juan Carlos disfruta ya de la normalidad en sus viajes, cada vez más frecuentes, a España . Nos dice su entorno que continúa emocionándose cuando descubre desde el cielo la costa de su país —y escucha: “Bienvenido a España, Majestad”— y que sigue habiendo muchos sentimientos mezclados, pero que la inquietud ha desaparecido y a la sexta visita fue la vencida. Resulta cansado recorrer miles de kilómetros, pero siempre compensa. Es el abrazo a los amigos, compartir tiempo con algunos familiares, hacerse al mar, la libertad, cambiar el desierto por los paisajes verdes… Por su refugio desde que reside en Abu Dabi.
En el aeropuerto siempre lo espera Pedro Campos para llevarlo a casa, y en el espigón, la tripulación y el ‘Bribón’. Llega al aeropuerto de Vigo con una maleta pequeña y un libro y vuelve con un subidón de vitalidad. Navegar le rejuvenece. Y tiene un aguante impresionante. En el mar no mira el reloj ni el frío. Y le da tiempo a todo. A ganar; a aplaudir a su hija Elena, que volvió a acompañarle en este viaje y está cada vez más entusiasmada con la vela; a estar con sus seres queridos, y a agradecer a la prensa su presencia, aunque sin responder a preguntas como la de si volverá por Navidad. “Le gustaría”, nos dicen. “Se ha ido con esa ilusión. Puede que, después de dos años, se cumpla el deseo a la tercera”.
No compitió en el último día de regata y abandonó Sanxenxo (Pontevedra) por sorpresa para poder ver a su odontólogo, en el País Vasco
El Rey, padre, llegó el lunes 20 de noviembre, por la tarde; el martes optó por descansar; el miércoles recibió la visita de su hermana, la infanta doña Margarita, junto a su marido, Carlos Zurita; sus dos hijos, Alfonso y María, y su nieto, Carlitos. El jueves, la falta de viento no permitió desplegar las velas en el campo de regatas; el viernes se hicieron todos a la mar para los entrenamientos, y al sexto día comenzó la regata. Don Juan Carlos, a la caña en su mítico ‘Bribón’, y la infanta Elena, como patrona del ‘Erica’, compitieron durante horas y no regresaron a tierra hasta las 17:00 horas, cuando el frío ya apretaba. El ex jefe de Estado y la tripulación, con la sonrisa del ganador, ya que se aseguraron, en una sola jornada, el título de campeón nacional de la Liga de 6 Metros. Y doña Elena, encantada de ver a su padre disfrutar. Lo celebraron, claro.
Regresará a España el 20 de diciembre para celebrar en familia el 60 cumpleaños de su hija la infanta Elena
Esa misma noche acudieron todos a una cena en el Real Club Náutico de Sanxenxo, así como a la entrega de premios. El ‘Bribón’, que cuenta con un equipo formidable en tierra y mar, ha ganado tres campeonatos del mundo, tres europeos y tres nacionales, y es, desde 2017, el barco a abatir en la clase 6 Metros.Y el domingo, último día de competición de la regata Desafío Barceló, llegó la sorpresa. Don Juan Carlos abandonó Sanxenxo —lanzando besos— y se marchó a Vitoria, donde tiene a su odontólogo de confianza, el doctor Eduardo Anitua, uno de los más influyentes del mundo. Para evitar especulaciones sobre su estado de salud, Pedro Campos confirmaba casi al momento que “está todo bien”.