Es su alma gemela y su compañera inseparable. La princesa Irene de Grecia es la hermana menor de la reina Sofía y su confidente.
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La tía ‘Pecu’ -como la llaman, cariñosamente- nunca fue una princesa como las demás. Amante de la cultura hindú y del yoga, siempre se ha mantenido en un discreto segundo plano. Salvo momentos puntuales de la agenda de la reina Sofía y salidas familiares, siempre ha estado a la sombra. Así es como ha querido vivir. Refugiada en sus libros, en la música -una de sus grandes pasiones, aprendió piano con la pianista Gina Bachauer e incluso llegó a dar concierto como profesional- y en la familia.
Fue en los años ochenta cuando llegó a la capital. No entraba en sus planes, pero, tras vivir junto a su madre, la reina Federica, en la India, “vine a Madrid para pasar cinco días y me quedé cinco años. Y según pasaba el tiempo entendí que mi lugar estaba al lado de Sofía”, como confesó a la periodista Pilar Urbano.
Solidaria
Su vida ha transcurrido lejos de la corte y del lujo. Se ha entregado a las causas solidarias. Cree, con convicción, en ayudar a otros. Tanto es así que no dudó en donar su herencia a Mundo en Armonía, la ONG de la que es presidenta.
Las dos hermanas, Sofía e Irene, tienen personalidades parecidas y son idealistas. Siempre han confiado en que un mundo mejor es posible.
Siempre pendiente de su hermana
Ahora, la situación es diferente. A sus 81 años, Irene tiene problemas de salud -superó un cáncer hace muchos años-, y aunque no hay un diagnóstico, sufre un deterioro cognitivo. Doña Sofía está preocupada por su estado. Nunca lo pensó porque es la hermana mayor, pero es la vida. También su querido hermano pequeño, el rey Constantino de Grecia, se fue antes que ella.
La Reina está pendiente de sus citas médicas y la cuida como a un tesoro. Está decidida a aprovechar todos los momentos mientras la vida siga igual.
Las hermanas lo comparten todo. Hablan de la vida, de la familia, de mística y de filosofía oriental, sin dejar de hacer planes. No faltan las salidas de incógnito -que Irene adora-; las cenas en casa de amigos o en restaurante; y también los almuerzos y las meriendas en la Zarzuela. Ahora, alrededor de la chimenea.
La tía más querida
Irene es la compañera de vida de doña Sofía, pero también la tía más querida. Con la que han compartido más tiempo el Rey y las Infantas. Para ellos es como una segunda madre.
Nunca se casó ni tuvo hijos, pero esos hijos que nunca tuvo son sus sobrinos. Todos. Los españoles y los griegos, aunque con los españoles ha tenido la oportunidad de disfrutar de más convivencia.
Su extraordinaria relación con doña Sofía recuerda a la que tienen hoy Leonor y Sofía. Aunque con diferencias, puesto que la Infanta es la segunda en la línea de sucesión al trono.